Los arquitectos moldean la crisis. O al revés. Y es que ante situaciones complicadas y épocas en las que el dinero flojea, aquellos que se dedican a diseñar las casas, los entornos y los equipamientos tiran de imaginación y creatividad para sacar adelante obras más pequeñas y de bajos recursos pero igual o más atractivas. Eso es lo que se puede ver desde ayer en el Centro Niemeyer, una muestra que recoge lo mejor de la arquitectura contemporánea a través de proyectos seleccionados y finalistas de la XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo. La exposición se titula "Alternativas/Alternatives".

"Estas alternativas suponían los diferentes enfoques de hacer arquitectura después de la crisis. Es un lugar de confluencias, con variedad de escalas, proyectos, presupuestos... Se mezclan pequeñas intervenciones locales con otras más grandes", explicó ayer Carmen Moreno, comisaria junto a Juan Domingo y Begoña Díaz-Urgorri de la exposición, que se podrá ver hasta el próximo 13 de agosto.

La muestra innova la forma de mostrar los ejemplos arquitectónicos. No son por categorías al uso (vivienda, equipamientos, premio joven...) sino por colores que engloban tres conceptos: ciudad y paisaje (verde), patrimonio y transformación (rojo) y tecnología e investigación (azul). "Son tres temas que los arquitectos han desarrollado más, sobre todo intervenciones en torno al patrimonio, la reconversión de edificios, el desarrollo de nuevos materiales de construcción...", comentó Moreno.

El espectador podrá ver los proyectos a través de una proyección sobre una pantalla de gran tamaño. A la vez, en televisiones más pequeñas podrán escuchar la opinión del arquitecto que lo ideó pero también del cliente que lo encargó o del vecino de la localidad donde se construyó ese equipamiento. "Se conoce la opinión de todos y es crítica con lo que hacen los arquitectos. Hay gente a la que sí le gusta el proyecto y dicen que ha regenerado el barrio pero en otros casos no 'ven' esas cosas modernas", aseguró Juan Domingo. El comisario recalcó que los profesionales españoles son reconocidos a nivel internacional y comentó que exposiciones como la Bienal sirven para que otros países "sepan el rumbo que toma la arquitectura española".

También se pueden ver las maquetas de los 42 proyectos finalistas modeladas con una impresora láser de 3D o una muestra de las investigaciones realizadas por los propios arquitectos. "No solo desarrollan una labor creativa en construcción sino que por falta de encargos se diversifican y también publican libros o trabajos de investigación sobre entornos de las ciudades, accesibilidad, paisaje o nuevos diseños industriales asociados a la arquitectura, como materiales o soluciones de diseño de mobiliario", apuntó la comisaria.

A la inauguración, que contó con la participación de músicos y bailarines, asistieron, entre otros, Eduardo Aragoneses, jefe de área de difusión de la subdirección general de Arquitectura del Ministerio de Fomento; la Alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín; Vicente Domínguez, viceconsejero de Cultura del Principado; Francisco Mangado, coordinador general de Bienales de España; y Sonia Puente, del Colegio de Arquitectos de Asturias.