"Hecho polvo" por su ingreso en prisión y por la grave acusación que pesa sobre él y "tranquilo" sobre la resolución del caso en tanto que "sabedor de que no lo hizo, está seguro de que no se podrán encontrar pruebas objetivas que lo incriminen". Así resume el abogado Ignacio Hernando el estado de su cliente, J. F. C. F., el hostelero del Quirinal acusado de haber violado la madrugada del pasado domingo a la hija de su novia, que tiene 17 años. El letrado, con todas las cautelas que aconseja la gravedad del hecho denunciado, sostiene que hasta el momento aún no ha visto ninguna prueba de cargo contundente contra J. F. C. F. y destaca que el solo testimonio de la adolescente no será suficiente para determinar la autoría de un supuesto delito contra la libertad sexual.

Tal y como están las cosas hay dos versiones contradictorias sobre lo ocurrido. La de la adolescente, que sostiene haber sido violada la madrugada del pasado domingo en su dormitorio por el hombre que convive con su madre; y la del hostelero, que niega la mayor y a través de su abogado subraya el hecho de que en el momento de la supuesta violación la madre de la menor se hallaba en la casa, un piso de 60 metros cuadrados: "¿A quién se le ocurriría cometer una violación dentro de una casa en la que hay una tercera persona? Y en caso de haber ocurrido, ¿cómo es que la madre no oyó nada?", se pregunta Hernando.

A raíz de haber informado este diario el pasado jueves de la detención del conocido hostelero del Quirinal como presunto violador de la hija de su novia, el estupor cundió entre los clientes y conocidos de la pareja, que tiene previsto contraer matrimonio próximamente y que había iniciado la convivencia hace menos de un mes tras una relación sentimental que dura tres años. En medios próximos al hostelero y a la madre de la menor hay división de opiniones entre quienes creen en la inocencia de J. F. C. F. y los que prefieren que la Justicia haga su trabajo "porque nunca se sabe qué es capaz de hacer una persona".

El abogado del hostelero, el segundo que le representa tras haber desistido del primero, ya presentó en el Juzgado un auto solicitando el excarcelamiento; el letrado hace ver que la prisión preventiva tiene sentido en caso de riesgo de fuga y que, en este caso, el mismo es "inexistente" dado el arraigo de J. F. C. F. en Avilés, donde lleva viviendo hace ocho años, y la popularidad que tiene debido a su condición de hostelero. Ignacio Hernando aconseja abordar este suceso con "calma y rigor" dado que ve elementos "raros" en la versión de la presunta víctima: "La supuesta violación se cometió la madrugada del domingo y el presunto violador durmió esa noche con su pareja en la misma casa donde habría cometido el delito; por la mañana desayunó en familia con total normalidad y es horas después cuando la adolescente, acompañada por una amiga, acude al hospital para dar parte de lo ocurrido y desde allí avisa a su madre. No prejuzgo nada, pero el desarrollo de los hechos es raro". El abogado de J. F. C. F. insiste en que su cliente confía en que todo se esclarezca pronto: "ADN puede que hallen en la joven porque mi cliente convive con ella, pero con respecto al hallazgo de semen o las lesiones propias de una violación, mi cliente tiene la total tranquilidad de que no se producirá porque él no la violó".