El juicio contra los últimos gerentes que tuvo la empresa Roces, acusados de presunta estafa, que estaba previsto que se celebrara esta mañana, se ha pospuesto hasta el otoño. Las causas de esta demora son dos: por una parte una de las pruebas, una grabación con los datos de las cancelaciones de viajes supuestamente fraudulentas, se destruyó y luego se repuso, pero no se dio traslado a la otra parte. Además faltaba por citar a un representante del Consorcio de Transportes.

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita que se les condene a 2 años y 6 meses de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, pago de las costas procesales y abono (de forma conjunta y solidaria) de una indemnización al Consorcio de Transportes de Asturias de 3.461,75 euros por una presunta estafa con los billetes. La reclamación del Consorcio de Transportes es superior, y pide unos 40.000 euros de indemnización.

Los dos empresarios, padre e hijo, son los que adquirieron la empresa en 2004 a la familia fundadora, que es ajena por completo a la acusación de estafa. Ambos están acusados de utilizar de forma fraudulenta los abonos de transporte conocidos como "billete único" del Consorcio de Transportes.