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El "pinchadiscos" que más suena en Luanco

"Voy a donde me llaman", asegura Francisco García, el dj de la emblemática discoteca Maite que ahora ameniza fiestas de prao

Francisco García, en su domicilio de Luanco. I. G.

Francisco García ama la música. Tiene 66 años, está jubilado, y sigue pasando horas y horas escuchando y buscando canciones y melodías. Sus discos han hecho bailar a muchas generaciones en Luanco. "Mucha gente se casó con mi música", afirma García, más conocido como dj Paco. En sus "pinchadas", jamás llevó una lista de temas preparada. Le gusta improvisar y darle al "play" en función del público que haya. También anima con el micrófono e interactúa con las personas que solo quieren bailar y divertirse. Esa filosofía la aplicó de lleno en la desaparecida discoteca Maite de Luanco, donde pinchó desde 1974 hasta 1985. Comenzó exclusivamente con vinilos y ahora, 32 años después, aún sigue al pie del cañón como animador de fiestas en los pueblos del concejo. "A veces me pregunto qué hace un paisano como yo en un sitio como éste", señala García parafraseando aquel éxito de "Burning" de los años ochenta.

"No busco nada, me llaman y una vez me dijeron que fuera a una boda a La Coruña y ahí me presenté", afirma el luanquín, en su salón, donde guarda como oro en paño más de mil discos de vinilo. "En mi casa, amamos la música: mi hijo es dj Frana y le gusta el 'chumba chumba', mi hija Maite toca el piano y le gusta la música clásica, yo soy de rock", relata este hombre que durante muchos años llegó a compaginar su trabajo de dj con el de panadero. "Estaba de tarde y de noche en la discoteca y por la mañana en la panadería, al final decidí parar porque no tenía vida", explica.

Se desvive con Eric Clapton, los sonidos de Jimi Hendrix y B. B. King , la voz de Janis Joplin, "Creedence Clearwater Revival", "Deep Purple", "The Rolling Stones", entre una larga lista de grupos y artistas. En la discoteca Maite pinchaba de todo. Cada hora tenía su música. "De aquella, la moda era la música disco, Gloria Gaynor, desde las 20.30 a las 21.00 ponía lentas para las parejas, después pinchaba rumbas, que también estaba muy de moda aunque siempre caía algo de rock y bandas sonoras como la guerra de las galaxias para ambientar", explica García, que por entonces solo usaba vinilos en sus "pinchadas" porque no existían los cds.

Cuando dejó su puesto en Maite, pasó a ser utillero del Marino de Luanco durante 22 años. Lo compaginó con la panadería. Y también con miles de horas de escucha y análisis de sus joyas musicales que guarda en su piso de la calle La Cruz.

Desde hace unos años, pone música en romerías. "Para todos los gustos", matiza. "Pincho música de toda la vida y, si tengo que elegir, por favor, que no me pidan 'Despacito'. No tengo predilección por Manolo Escobar, pero es de esas cosas que hay que poner, hay veces que solo pongo la música que me gusta y que también gusta y conoce todo el mundo como algún tema de la 'Creedence', si puedo también pongo soul a maza, eso sí, lo que no voy a poner es reggaeton", expresa el luanquín, enamorado de la música, que en las fiestas de prao como las de Santana de este fin de semana siempre deja caer alguna que otra kumbia. "Las romerías son fiestas populares y hay que entretener a todo el mundo. Ahora no uso los vinilos, lo llevo todo en el ordenador, pero aún así, sigo sin prepararme la lista, me gusta improvisar", remata, siempre con la melodía a cuestas.

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