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La gran industria puede solicitar ya participar en la nueva subasta eléctrica

El plazo para que los centros de producción de Arcelor, Azsa y Alcoa presenten su candidatura a la tarifa energética finaliza el 31 de agosto

El Ministerio de Energía ha dado ya el primer paso de la convocatoria de la nueva subasta de interrumpibilidad (la desconexión de la corriente general de los grandes consumidores a cambio de dinero). Este primer paso consiste en la apertura del plazo para que las grandes compañías puedan solicitar su participación en la puja que se tiene que convocar "para la temporada eléctrica 2018", según Red Española Eléctrica (REE). De hecho, se ha puesto ya a disposición de las grandes consumidoras la documentación necesaria para el envío de la solicitud de habilitación.

Las centros de producción que pretendan participar en la puja eléctrica deberán presentar su solicitud no más tarde del 31 de agosto. Esta fecha es, por el momento, orientativa dado que está pendiente de que se publique la resolución de la secretaría de Estado de Energía que fije definitivamente el calendario y las características de la nueva subasta de interrumpibilidad.

Red Eléctrica Española es el operador que distribuye la energía eléctrica en la Península y es, además, quien se encarga de habilitar a los centros de producción que aspiren a participar en la nueva convocatoria de la puja energética. La documentación pertinente ya está en la web del Sistema de Información del Operador del Sistema (SIOS).

La subasta de interrumpibilidad es crucial para el desarrollo de la producción de acero, cinc y aluminio, sobremanera, este último metal. Los tres productos sustentan la economía avilesina. Se da la circunstancia de que tres de los cinco grandes consumidores de electricidad del país operan desde la comarca (Arcelor, Azsa y Alcoa).

La prosperidad de la aluminera norteamericana depende de tal modo de su consumo de electricidad que la contabiliza como materia prima (como si fuera alúmina). El 40 por ciento de la factura de producción de la multinacional corresponde al gasto de energía. Este alto consumo, hasta hace algunos años, estuvo bonificado. La Unión Europea (UE) prohibió esta bonificación y como consecuencia de esta orden el Gobierno de España ideó la puja, un método para adquirir la posibilidad de que las grandes empresas se desconecten de la línea eléctrica por algún tiempo. A esto es a lo que se llama "interrumpibilidad".

La reducción de la potencia activa en respuesta a una orden dada por el operador del sistema se ha producido en contadas ocasiones (la más grave fue para subsanar una avería que se había producido en una instalación industrial en el concejo de Ribera de Arriba).

Los sindicatos de la factoría avilesina de aluminio hace tiempo que han mostrado su rechazo a la subasta. Pese a ello, han hecho aportaciones para, lo que entienden ellos, su mejora. La principal es que la puja no se produzca cada año. Consideran que la planta de Avilés de Alcoa vive en el alambre cada doce meses porque el futuro de la plantilla depende de la pericia del "subastero".

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