Daniel Muñoz "San" (Cáceres, 1980) comenzó su carrera artística hace ya más de dos décadas. La intervención en grandes murales es una de sus especialidades, es uno de los artistas más reconocidos en este campo, y ha sido elegido mediante concurso para actuar en una de las fachadas de la rotonda de los Oficios.
- ¿Cómo se planteó que quería trabajar en este formato? ¿Qué dificultades tiene?
-Empecé pintando paredes cuando tenía 12 años, a esa edad uno entiende el acto de pintar como un juego, jamás pensé que esos primeros contactos con la pintura fueran a tener tanta importancia en mi vida. Para mi era algo divertido y seductor, no tenia nada que ver con el arte y mucho menos con el trabajo. Hacer murales tiene dificultades técnicas, pero las más importantes son las de carácter conceptual, el espacio público no es una hoja en blanco que se puede transportar y enmarcar según unos objetivos, es un lugar, no un soporte. Pintar en la calle supone una responsabilidad enorme que considero la base de toda mi obra.
- El dominio del dibujo, junto al uso de un lenguaje simbólico que se presta a la interpretación y a la crítica social son las bases de su obra.
-Me interesa el dibujo como un lenguaje universal que todo el mundo puede desarrollar: desde que somos niños el dibujo está presente en el aprendizaje del mundo que nos rodea. El problema es que, al madurar, el conocimiento de esa realidad nos aleja de esa práctica. Eso es lo que me interesa del dibujo, su inmediatez y su poder comunicativo, por encima de cualquier disciplina artística el dibujo es un acto impulsivo que no tiene vuelta atrás, dibujamos cosas que nos interesan formalmente pero también para explicarnos, haciendo un mapa para ayudar a alguien a llegar a un lugar, por ejemplo. Los temas que más me han obsesionado giran en torno al poder de las imágenes y nuestra relación con ellas, ya sea a través de la arquitectura, la tecnología, las estrategias de enmascaramiento, la cultura de masas? Al fin y al cabo, el arte es un campo de cuestionamiento en constante movimiento, según suceden cosas en el mundo hemos de reaccionar a ellas de maneras diversas, eso es lo interesante del asunto, no ceñirse a lenguajes y discursos anacrónicos.
- ¿Por qué le interesó el proyecto de Avilés?
-El formato de residencia artística para hacer un mural es una buena manera de poder trabajar directamente con el tejido social de la ciudad durante unos días, esa fue la principal razón.
- ¿Conoce la ciudad? ¿Qué ideas preconcebidas tiene?
-No la conozco, aunque sí otras zonas de Asturias. La idea que tengo de Avilés es una ciudad con un pasado industrial muy importante.
- ¿Cómo será el proceso?
-La residencia serán dos semanas de proceso de conceptualización. Me gustaría trabajar a un nivel profundo con los vecinos y las personas que vean ese mural a diario, desde sus casas, sus puestos de trabajo o como lugar de tránsito. Estoy ya empezando a atar algunos cabos para llevar un estructura hecha pero quiero que la obra surja allí, en contacto con la ciudad y con su gente.
- Tendrá que dialogar con una rotonda con mucho tráfico, una escultura, edificios de diversas alturas?
-Lo sé, es un espacio que impone, pero esto es precisamente lo que me interesa, es un espacio habitado, pero también es una entrada a la ciudad? Todos estos elementos estarán presentes en la obra de alguno u otro modo.
- ¿Qué papel considera que tiene (o ha de tener) el arte urbano?
-El arte ha de estar en el espacio público, sea urbano o rural, habitado o deshabitado. Lo importante es que la gente pueda acceder a él caminando. Sí considero importante tener en cuenta el contexto físico, histórico y social del emplazamiento. Lo que conocemos como Arte Urbano, en gran medida, es simplemente una decoración "low cost" de ciudades y barrios degradados. Un conjunto de pinturas, principalmente, que difundidas a través de internet generan un fenómeno global que es aceptado sin ningún tipo de cuestionamiento. El problema del arte urbano es que carece de crítica interna. Ahora se está empezando a escribir un poco más pero durante su boom inicial todo valía, y en mi opinión, sigue prácticamente igual.
- ¿Goza de la comprensión del público? Su arte exige una mirada reflexiva.
-Comprensión es un termino un poco ambiguo, ya que no creo que la función del arte sea siempre la comprensión por parte del público sino más bien un momento y un lugar para cuestionar cosas que son reales, que nos suceden todos los días y que muchas veces pasamos por alto. Por ello creo que utilizar un lenguaje "comprensible" en términos formales es una ventaja para poder acercar al menos la mirada de la gente, el resto del trabajo siempre ha de terminarse por parte del que lo mira y encuentra una serie de pistas para poder generar ideas que sean útiles para la sociedad.
