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Un corverano adoptivo pero convencido

Bras Rodrigo, director de la Banda de Gaitas del concejo, prepara el tercer disco de la agrupación, que tendrá colaboraciones de artistas conocidos

Bras Rodrigo, ante el hórreo de El Llar de Las Vegas. RICARDO SOLÍS

El gaitero Bras Rodrigo es corverano de adopción. Su niñez pertenece a Perlora, en Carreño, pero su carrera musical es de los corveranos y por ello ha sido galardonado con la distinción de "Corverano ejemplar", que otorga cada año el Ayuntamiento a aquellas personas que han destacado por su labor personal o profesional en el concejo. "Fue una sorpresa, porque yo no nací aquí, pero la verdad que me siento muy honrado, porque llevo aquí desde el año 1997 y esta es mi casa", explica el músico.

El galardón es totalmente merecido. De su trabajo salió la Banda de Gaitas del concejo, que dirige y que en la actualidad cuenta con 31 músicos. Afirma que va crecer aún más: "Tenemos una buena cantera ahora mismo. A ver si llegamos a unos cuarenta en junio". La agrupación va a cumplir 20 años en 2018, y Bras Rodrigo ya está trabajando en un nuevo disco de la banda, que sería el tercero. "Queremos celebrarlo con un nuevo trabajo y un espectáculo, que se va a llamar 'Banda de gaitas de Corvera y amigos', con colaboraciones con artistas conocidos", anuncia el músico.

"En 1997, con 19 años, fui a tocar a una Jira al pantano, y estaba por allí el alcalde de aquel entonces, Víctor León. Me dijo que si me animaba a hacer la banda de gaitas. Meses después fui por el Ayuntamiento a hablar con él para intentarlo. Pensé que no se acordaría, pero sí se acordaba y aquí estamos", recuerda el gaitero. Entonces empezó a dar unas clases de gaita con una beca y luego sacaron la plaza de profesor que ganó. "Al año siguiente se apuntaron unos cuantos alumnos y ahí empezó la banda. Ese año ya tocamos en la cabalgata de Reyes", añade. En 2002 se fue a vivir a Cancienes y se convirtió oficialmente en vecino de Corvera. "Fue todo muy rápido", sentencia. Ese mismo año, 2002, la banda ya tocó en el Mundial de Fútbol de Corea y Japón; un año después fueron a Cabo Verde, y al siguiente comenzaron su idilio con Nueva York, una ciudad que ya han visitado siete veces para participar en el multitudinario desfile de San Patricio.

La gaita es su principal afición y su trabajo. "También colecciono figuras de gaiteros, ya tengo más de 300", comenta. Cuando no está dedicado a su pasión por la música, se dedica a su otra pasión, el deporte, concretamente el culturismo. "Además, me gusta mucho la naturaleza, ir de monte, por la costa, caminar...", explica.

Ahora está embarcado en otro proyecto, el de abrir el Museo de los Países Celtas, que estará en Villa, y que contará con la escultura de una gaita más grande del mundo, con unos 8 metros. "Abriremos este año, pero aún no tenemos fecha. No queremos abrir de cualquier manera y después que cierre a los seis meses", señala. La gaita será el hilo conductor de la exposición del museo, pero también tendrá todo tipo de objetos de Asturias, Galicia, Escocia, Irlanda, Illa de Man, País de Gales, Cornualles y Bretaña, para acercar toda la cultura celta al concejo.

Bras Rodrigo también ha tenido tiempo para lanzar su segundo disco en solitario, "A pause in New York", que ya presentó en la foguera de San Xuan de Trasona este año, además de en otras localidades del Principado. Es su segundo trabajo. El primero data de 2005: "Cuando saqué aquel primer disco luego dejé aparcada la carrera en solitario, pero me ha vuelto a picar el gusanillo y el nuevo trabajo está funcionando muy bien".

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