"Habría que plantearse y tomar como objetivo importante que Asturias fuese el polo de la industria de procesos del noroeste de España". Esto es lo que propuso ayer, en el chalé de La Granda, Mario Díaz, que es catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Oviedo y, además, director del curso "Apuntes sobre historia y perspectivas de la industria química y de procesos en Asturias". Este seminario lo inauguró el profesor Juan Velarde, el presidente de los Cursos de La Granda, y se despide esta tarde con una intervención del Rector de la Universidad asturiana.

Díaz aseguró que el Principado "tiene herramientas para convertise en polo de la industria de procesos". Destacó, en este punto, el trabajo ya andado: la presencia destacada de fábricas punteras en casi todos los sectores relacionados con el sector de procesos (químico, vidrio, fertilizantes, farmacia o cemento). Admitió, sin embargo, que la única falla de Asturias para alcanzar ese objetivo es la presencia "nula" de centros de producción petroquímico. "Ahí estamos fuera de los entornos y, en consecuencia, habría que moverse hacia sectores terminados", aseguró el catedrático ovetense.

Díaz explicó que uno de los elementos clave para alcanzar esta meta son "los puertos asturianos, que son simbólicos". Explicó que "ahora están en un cierto aflojamiento; pienso que sería muy importante su desarrollo porque la región necesita algo que nos traiga materias". El catedrático asturiano aseguró que "el Principado tiene pocas materias primas propias porque la que tenemos, el carbón, se va acabando". Otro aspecto señalado por Díaz para alcanzar la meta que presentó ayer en La Granda es la Universidad de Oviedo. Dijo: "La colaboración entre la Universidad y el sector químico y de procesos procede ya de las primeras décadas del siglo pasado". Explicó a continuación: "Las contribuciones posteriores fueron importantes así como las expectativas, y deben ser importantes para los logros de desarrollo del sector".

Todas estas prospectivas de futuro, aseguró, son fruto del análisis de la historia económica del Principado, esa que comenzó en 1844 con la fundación de la Asturiana Mining Company, la sociedad británica que fue el germen del negocio siderúrgico en el Principado, el corazón metálico de Asturias. "La historia de la industria de procesos se inició con el sector minero y también con el de los explosivos. A partir de ahí pasó al sector de los fertilizantes, que nació para dar salida a produductos secundarios de la antigua Ensidesa", apuntó.

Uno de lo hándicaps a que se enfrenta la industria química es el de la contaminación. Díaz comentó al respecto: "Para evitarla las empresas tienen que trabajar en ello". Este trabajo, aseguró, se tiene que desarrollar "en colaboración con la administración, que tiene que hacer un seguimiento estricto de ello". Apostilló, al hilo de esto, que "los riesgos cero ya se sabe que no existen, soy consciente de que las industrias están por la labor de hacer todo lo que pueden contra la contaminación porque al final todas ellas tienen una dependencia de lo que sucede fuera de sus instalaciones y cada que vez que sale una noticia de que hay problemas de contaminación el daño lo sufre toda la compañía".