Carmen Conde, concejala de Izquierda Unida (IU), reclama al gobierno local que cumpla la ley de Memoria Histórica y ordene la retirada del callejero avilesino de los nombres de Francisco Orejas Sierra, Sabino Álvarez Gendín y José López Ocaña y, además, el de Román Suárez Puerta, que es como se llama el estadio en el que juega el Real Avilés.

La concejala presentará este ruego en el próximo Pleno -la semana que viene-. Conde asegura que "las víctimas del franquismo siguen soportando el insulto y la humillación de ver calles y plazas de nuestro país dedicadas a los asesinos de nuestros padres, abuelos y familiares".

La calle Francisco Orejas Sierra está en Las Meanas. Va de la plaza del Vaticano a la de la Guitarra y está dedicada al alcalde de Avilés entre los años 1956 y 1965, cuando falleció. Fue el impulsor del primer Plan Ordenación Urbana. Tiene la medalla de Oro de Avilés -a título póstumo- y nombra desde el 25 de marzo de 1965 la calle que se estaba urbanizando cuando murió.

Otros alcaldes no democráticos fueron José López Ocaña y Román Suárez Puerta. El primero, en dos ocasiones (entre 1928 y 1930 y entre 1937 y 1940). La calle que le recuerda va de González Abarca al parque de La Meanas. El primer período de López Ocaña al frente del Ayuntamiento coincidió con la dictadura de Primo de Rivera y el segundo fue inmediatamente después de la caída de Avilés en manos nacionales. Construyó una nueva cárcel y reorganizó las fuerzas del orden. Le sustituyó Román Suárez Puerta, que es el que sigue dando nombre al estadio municipal (se inauguró en 1943). Suárez Puerta fue alcalde entre 1940 y 1953. López Ocaña y Suárez Puerta firmaron la autopsia de Emeterio García, líder comunista avilesino acribillado en los montes de Cancienes.

El avilesino Sabino Álvarez Gendín fue el rector de la Universidad de Oviedo entre 1937 y 1951. Sustituyó en su cargo al fusilado Leopoldo Alas Argüelles. Su calle está en el polígono de La Magdalena (en plena Transición). Une Leopolo Alas y Cervantes.

IU reclama también que se articule un método de participación ciudadano para cambiar los nombres del callejero y elegir los nuevos.