"El lugar escogido es casi mejor que el pinar; el cambio ha sido bueno". Esta es la opinión mayoritaria de los asistentes, ayer, al festival Songs For An Ewan Day de Salinas, que comenzó en el bosque del Agüil con un concierto nocturno y el característico ambiente que lo caracteriza: buen rollo, comunión con la naturaleza y una iluminación evocadora.

Centenares de personas recorrían con curiosidad el nuevo espacio del festival, organizado por primera vez en El Agüil. Las quejas de varias asociaciones por la existencia de una fosa común en el pinar -antigua ubicación del Ewan- hicieron que se trasladara este evento musical a la ribera del río Raíces. Sin embargo, el cambio, que se presumía polémico, parece haber sido una apuesta acertada. "El festival mantiene su ambiente acogedor y mágico de otros años. Además, está mucho más decorado y el bosque de ribera incluso mejora la esencia de lo que había antes", afirmó uno de los organizadores. La decoración es una apuesta segura en este singular festival: "Ha costado el triple hacer todo para que el lugar fuera mágico, pero creo que la gente se va a ir más contenta a casa".

Alba Fernández y María Gutiérrez también creen que el escenario es perfecto. "El lugar es más grande y no está en cuesta como el pinar. Es más acogedor y el ambiente es más familiar", agregaron las jóvenes. Julia García, avilesina, acudió por segunda vez al festival: "Tiene mejor pinta que el año pasado. El bosque es de postal y estamos encantados".

Los organizadores han hecho de la adversidad una oportunidad y un nuevo lugar luce bajo las bombillas del Ewan, un espacio mágico que satisface a todos.