"Registrarte como donante de médula ósea no es una moda: es algo muy serio y un compromiso de vida", manifestó ayer la gijonesa Verónica del Fueyo, integrante de la plataforma "Médula para todos" y víctima de la insolidaridad de una mujer española que se negó a donarle médula ósea pese a estar inscrita para este fin como voluntaria en el Redmo (Registro de Donantes de Médula Ósea). "No se pueden dar falsas esperanzas a alguien que te puede necesitar para vivir", añadió Del Fueyo que, por fortuna, cuenta con otra persona compatible que está previsto que próximamente le done médula ósea.

"A día de hoy tengo donante, pero no todos los casos son como el mío, hay quien nunca encuentra un alma gemela. Yo tampoco estoy en una situación de vida o muerte, pero hay muchas personas que sí lo están y con ellas no se puede jugar a ser donante hoy y mañana no", subrayó esta mujer que ayer participó en la jornada "Deporte vs. Cáncer Infantil" en La Arena.

Junto a la también voluntariaMaría Martínez, Del Fueyo repartió información sobre la donación de médula ósea que puede realizar cualquier persona sana entre los 18 y 55 años. Estas personas se inscriben en un registro oficial internacional y cuando un enfermo necesita un transplante de médula se realiza la búsqueda de alguien compatible. La donación de médula ósea en España es voluntaria y altruista. Se rige por el principio de solidaridad internacional. Cualquier persona inscrita como donante de médula ósea está a disposición para dar progenitores hematopoyéticos a para cualquier persona del mundo que lo necesite. O, al menos, eso dice la teoría.