La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

A Bordo Del "creoula"

Lisboa: fin del viaje

El lema de la UIM, "Conocimiento y aventura", se ha cumplido una vez más

Foto de familia de la promoción licenciada este verano en el "Creoula".

El viernes había terminado, en cuanto a actividades se refiere, con la publicación del tercer número de "Alvorada", el periódico de a bordo; contenía una serie de entrevistas y artículos en portugués y en español, reflejando un balance de lo que fue la travesía, analizada desde diferentes puntos de vista y actores, coincidentes todos en la singularidad y bondad de la experiencia. También la tarde registro, en la popa del barco, una ceremonia militar de despedida del actual comandante del "Creoula" y del inmediato, que acceden a nuevos destinos en la Mariña Portuguesa. Más tarde se celebró el concierto que puso punto final al taller de habaneras. El acto tuvo lugar por la noche en el comedor del barco, porque en cubierta el viento impedía leer las partituras y el frío dificultaba la presencia de los instruendos. Un par de canciones típicas portuguesas, otro par de habaneras y varias interpretaciones instrumentales de soul hicieron las delicias de instruendos y tripulación en el "refrectorio".

Los cuartos siguieron realizándose hasta llegar al último, de 4.00 a 8.00 horas del sábado. También las tareas de limpieza se cuidaron hasta el último momento para llegar a puerto en perfecto estado de revista. La Alvorada se adelantó una hora sobre el horario habitual. Había que embocar el estuario del Tajo, en Lisboa, para llegar a la hora prevista, las nueve de la mañana, a la base naval de Alfeite, en la margen izquierda del estuario, bajo la impresionante imagen del Cristo de Almada.

La entrega de los diplomas acreditativos a los participantes de la UIM se desarrolló en medio del navío, con los instruendos, los PTM y oficiales del buque formados y con uniformidad blanca. El acto, precedido de unas palabras del comandante, fue muy emotivo. Llamados por el inmediato, uno por uno, instruendos y PTM fueron saliendo a recoger su diploma con la acreditación de las horas de mar realizadas y los puertos visitados. Después, las fotos de los respectivos grupos y los ojos de todos contemplando escenas de gran belleza plástica y simbolismo, con el "Creoula" pasando frente a la Torre de Belem o bajo el puente "25 de abril".

Luego el atraque en la base militar con toda la UIM formada con uniformidad blanca a lo largo de la línea de estribor. Era la última formación de llegada a puerto de la UIM en este periplo. Recogida de aperos y caminando a las instalaciones de la Escola Naval. Allí, en el salón de actos, último acto académico, con palabras de los directores de la UIM y la realización de una encuesta de evaluación. Tarde libre para visitar Lisboa y la obligación de estar preparados para partir a las nueve del lunes en el autobús con regreso a casa.

Los pensamientos y sensaciones se acumulan. Los intensos momentos vividos y las experiencias y aprendizajes son tantos y tan intensos que parece que la experiencia ha sido mucho más larga. Pero al mismo tiempo no podemos creernos que ya haya terminado. Los momentos del adiós a los camaradas de guardias, de trabajos, de momentos de risas, de confidencias compartidas, son muy duros. Los abrazos y las lágrimas afloran por doquier. Es el final de una convivencia muy intensa pero el comienzo de una amistad que perdurará en el tiempo.

La UIM 2017 toca a su fin, pero la experiencia ha merecido la pena, el lema "Conocimiento y Aventura" se ha cumplido una vez más. El mar, ese gran desconocido para la gran mayoría de los jóvenes que emprendían este periplo, ha entrado como una tromba en nuestras vidas. El cubo de Rubik ha vuelto a girar y el conejo de nuevo ha aparecido milagrosamente, o no, en la chistera de la UIM. El periplo ha terminado con éxito.

Compartir el artículo

stats