"Como manda la tradición organizamos la rifa de la xata para así recordar a nuestros antepasados", anunció José María Granda, subido a un remolque, junto al pabellón vecinal de Santiago de Ambiedes. Varios ganaderos de Gozón esperaban atentos el comienzo de la subasta -que no rifa- de "Zalamera", una xata nacida en 2016 e hija de "Elegante" y "Golfa". Granda dejó claro que la ternera, de pura raza asturiana, era digna de "Champions League". Abrió la puja en 1.700 euros y sin comerlo ni beberlo, el propio maestro de ceremonias, para entonces encaramado en la barra del bar de la fiesta, lo subió hasta 1.800. Mientras que los ganaderos subían de cincuenta en cincuenta euros la cantidad, Granda aprovechaba para hacer labores de comercial de la fiesta: "Tenemos sidra abondo y enfriando". Al final, "Zalamera" fue adjudicada en 2.150 euros a José María Álvarez, que la transportó después hasta la ganadería familiar en San Martín de Podes.

Horacio de Jesús atendía a la subasta de la xata pero no apostaba. "¿Dónde la voy a meter?, como no sea en la habitación", señaló con una sonrisa de oreja a oreja. "Zalamera" fue criada en Casa Coruxeo, en Santiago de Ambiedes. Y nada más que José María Álvarez consiguió comprarla, su hija Lucía fue a acariciar al animal. Minutos después, se subastó a "Priscila", hija de "Elegante" y "Sandrina", por 2.050 euros. Salió en 2.000 y fue a parar a Luanco, a la ganadería de José Luis Fernández.

Tras la subasta de las terneras, había una sorpresa más: una cabra enana. El maestro de ceremonias, José María Granda, se subió de nuevo a la barra para anunciar, esta vez sí, la rifa del animal. En esta ocasión, la participación fue mucho mayor. Decenas de personas compraron papeletas a un euro y, cuando quedaban pocas, Granda hacía ofertas al tiempo que describía las bondades de la cabra: "Vale para pastiar el prao y también come artos". Y en estas llegó la rifa. Dos manos inocentes, las de las niñas María Rodríguez y Paloma Suárez, ayudaron a Granda para decidir la persona ganadora. Rápidamente Yolanda López y su hija Candela Varela fueron a recoger su premio, una cabra enana que decidieron llamar "Willow" en recuerdo del protagonista de una película de los años noventa. "Ayer -por anteayer- gané el bingo y hoy la cabra", expresó López. "Vamos a llevarla para el prao de casa güelita, en Iboya". añadió la pequeña Candela Varela que momentos después le enseñó el premio a su padre. Y después de las rifas, hubo cordero a la estaca.