Trajes coloridos y gentes de rasgos exóticos llegadas de lejanos países dan un toque colorido estos días a la Villa de Avilés. Los tonos pasteles con que suele vestir la delegación de Corea del Sur; el blanco impoluto con pañuelo rojo para los bailarines y gris para los mariachis mexicano; el sombrero de paja y el traje blanco colombiano, además del rojo chillón y el azul de la fría Polonia desparramaron ayer en la plaza del Ayuntamiento toda la gama cromática posible. Mención aparte para los avilesinos de "Sabugo ¡Tente Firme!", ataviados con una versión del traje típico regional. Los participantes del Festival Folclórico asistieron ayer, alegres y desenfadados, a la recepción que organizaron las autoridades de la ciudad para darles la bienvenida y agradecer su presencia en el evento, que lleva 37 años en plena forma.

Los grupos llegaron al Parche seguidos por una multitud que no se quería perder el espectáculo. Una vez dentro del Consistorio, los integrantes de cada grupo, formando un círculo, abarrotaron el salón de recepciones. El primero en tomar la palabra fue Abelardo Fernández, presidente de "Sabugo, ¡Tente Firme!". "Agradecemos a todos los grupos que han venido su participación; y a la Alcaldesa, que año tras año nos ayude para hacer de este evento algo inolvidable", destacó.

La Alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, también incidió en los agradecimientos y llamó a la unidad de las culturas a través del Festival. "El Folclórico ayuda a unirnos en hermanamiento y hacer que todos tengamos los mismos derechos. Esto supone una unión de pueblos, de cultura, de bailes y de folclore", finalizó la Alcaldesa, anunciando que asistiría a la gala vespertina del Niemeyer, un lugar "adecuado para el Festival", según subrayó.

Los grupos, uno por uno, se acercaron hasta el atril para recibir una cálida bienvenida por parte de los organizadores. El de Colombia, con una gran bandera nacional ondeando, fue el primero en acercarse. En agradecimiento a la acogida, el director del grupo regaló un sombrero típico del país cafetero a la Alcaldesa.

Para que no le faltara ritmo al acto institucional, los bailarines de cada país hicieron pequeñas exhibiciones, llenando de música el salón noble del Ayuntamiento. Los mexicanos, fieles a sus costumbres, se arrancaron con una ranchera. Venían motivados. Tanto que ofrecieron tequila a todos los presentes. Eso sí, "un tequilita reposado que no hace daño a nadie y te hace mover las caderas", según destacó Antonio Reyes, integrante del combinado azteca y que asegura que trabajan duro durante todo el año para "pasarlo padre" en las fiestas. Con el tequila caldeando los ánimos, los polacos cantaron y los coreanos bailaron. Los cuatro conjuntos foráneos se llevaron de recuerdo fotografías de Avilés.

Al programa preparado para los dos días que restan para que termine el Folclórico no le faltan alicientes para asistir. Hoy está previsto que las distintas formaciones lleven a cabo un pasacalles por las calles de Avilés a las 12.30 horas, que repetirán a las 19.45 horas. La tradicional Misa de las Naciones en la iglesia de Santo Tomás empieza a las 20.15. Mañana, último día del Festival, se repetirán los pasacalles.