La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO | Profesor de Historia emérito de la CEU San Pablo

"Los comunistas adoptaron su teoría política como si fuera una mística religiosa"

"Nunca las imitaciones fueron mejores que el original: Podemos es un partido burgués pasado por la Universidad"

El profesor José Manuel Cuenca Toribio, ayer, en La Granda. MARA VILLAMUZA

José Manuel Cuenca Toribio (Sevilla, 1939) es profesor emérito de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Analizó en el chalé de La Granda los primeros pasos del Partido Comunista en España.

- La historia del Partido Comunista de España comienza en 1921.

-Con ese nombre sí.

- A eso iba. ¿Y sin ese nombre?

-De la fe que vino de Rusia tenemos testimonios a los cuatro o cinco meses de la Revolución. En mi tierra andaluza hay, en algunos pueblos, periódicos destinados al campesinado analfabeto. Y en ellos, sin embargo, se dice que en una nación muy lejana, en Rusia, ha habido unos movimientos que van a cambiar el mundo, que van a traer la igualdad y que por fin el mundo obrero, el mundo campesino, va a encontrar la justicia que hasta ese momento no ha hallado. Después, claro, se plantea, por así decirlo, el Partido Socialista.

- ¿El Socialista?

-El PCE es una escisión del de los socialistas.

- O sea, el fantasma ese que decía Marx que corría por Europa se había olvidado de España, ¿no?

-Sí, sí. Antes de la Revolución Rusa no hubo un movimiento comunista en España. Ni tampoco por Europa.

- ¿Quién fue el primer comunista español?

-Es una pregunta compleja: hay una historia conocida y otra que sólo vive en la memoria. Pero podíamos hablar de Óscar Pérez Solís. Puede ser, no se lo afirmo tajantemente, pero fue el primero con ese adjetivo.

- ¿Los comunistas españoles siempre fueron soviéticos?

-Sí, sí. Ese es un tema clave. Hubo algún conato de libertad, pero fue degollado tanto desde aquí, desde el interior, como desde la propia Rusia. En España siempre hubo una obedeciencia ciega a las órdenes de Moscú. Los comunistas españoles depositaron una fe religiosa en las órdenes de Moscú. Algunos se rebelaron: "Que estos rusos no entienden nada a los españoles y quieren que cooperemos con la Dictadura. Eso para nosotros es mortal". Cualquier intento de contestación a Rusia fue degollado. La constante de los comunistas españoles es un ateísmo religioso.

- ¿El marxismo es una religión?

-Eso es lo que creo.

- ¿Los comunistas gobernaron la oposición a Franco?

-Sí. Aunque los socialistas quisieron capitalizar en la Transición la lucha contra el fascismo, realmente no hubo ningún socialista. Y los que hubo fueron niños bien que pasaron cuatro horas por comisaría. Los que estuvieron en la cárcel, a los que sacudieron y a los que torturaron fueron comunistas. La nueva generación de comunistas, la de Alberto Garzón, me parece que no se entera mucho. Esto es un tema clave: los comunistas adoptaron una teoría política como una mística religiosa.

- ¿También sucede ahora?

-Sí, aunque en España ya no hay misticismo ninguno.

- ¿Podemos es el heredero del comunismo histórico?

-Nunca las imitaciones fueron mejores que el original: Podemos es un partido burgués pasado por las universidades.

- El Partido Comunista original, ¿sufrió también la transición soviética?

-Nada. Los buenos comunistas españoles siguen siendo soviéticos. Pasó con los italianos.

- ¿El comunismo tiene porvenir?

-Esa es una pregunta muy occidental: el campesino de Bolivia sigue buscando la justicia social.

Compartir el artículo

stats