Los vecinos de Santiago del Monte están que trinan con la ubicación de la perrera comarcal, en principio planteada en una finca de la parroquia. Y destacan que no van a cejar en sus intentos de frenar el proyecto del albergue de animales en La Lloba. Si bien se oponen a que la ubicación final sea su localidad, como se sigue sopesando en algunos círculos políticos, aclaran que los animales sí deben tener un espacio. En el Pleno del próximo jueves se debatirá la inclusión del concejo en el consorcio para la construcción del albergue de animales y los vecinos de la localidad aseguran que van a ir "con todo" para frenar el proyecto de La Lloba.
Creen que tienen razones suficientes para que se dé marcha atrás al proyecto. "La memoria histórica es importantísima. Se sabe que hay vestigios de una trinchera de la guerra civil y una posible fosa con enterramientos", destacó Fernando Ortega, presidente de la asociación de vecinos de Santiago del Monte. "La autopista está al lado de la finca de La Lloba. El pueblo también. Las perreras que yo he visto están mucho más escondidas que la que quieren ubicar aquí", destacó el presidente de la asociación.
Los vecinos afectados esperan con inquietud el Pleno del jueves, donde se debatirá la entrada de Castrillón en el consorcio del albergue de animales. Se van a presentar en el Ayuntamiento y no descartan que tengan que intervenir. "No nos gusta montar el numerito, pero puede que al final tengamos que liarla. El gobierno municipal está jugando con los vecinos", manifestó Fernando Ortega.
Por su parte, el PP ya ha reiterado en varias ocasiones que votará en contra en el Pleno, independientemente de la ubicación de la perrera, por oponerse a que el órgano gestor del albergue de animales sea un consorcio.
Los representantes vecinales de Campañones, Serín, Tamón, Ambás y Villardeveyo, localidades que rodean el vertedero de Cogersa, tuvieron ayer una reunión para hacer frente común contra la propuesta del PP, que sacó del cajón un proyecto que pretendía colocar la perrera en los terrenos de la planta de gestión de residuos y que ya fue desechado en su día. "Llevamos años soportando el olor del vertedero, ya hemos demostrado que somos bastante solidarios con Cogersa", defienden.
