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DIANA NAVARRO | Cantante, actúa a las 22.00 horas en la plaza del Niemeyer

"Puse todos los huevos en la misma cesta y se rompieron de golpe, pero tengo más"

"Todas las religiones predican lo mismo, el amor; quiero pensar que eso será lo que acabe prevaleciendo sobre la locura terrorista"

"Puse todos los huevos en la misma cesta y se rompieron de golpe, pero tengo más"

La cantante y compositora malagueña Diana Navarro actúa a las 22.00 horas en la plaza del Niemeyer. La entrada es gratuita. Presentará su último trabajo discográfico, "Resiliencia" (2016), con temas que mezclan pop y electrónica sin hacer renuncia a las raíces de copla, flamenco, saeta, zarzuela o lírica que han marcado su carrera. Se trata del séptimo álbum de Navarro desde su debut en 2005 con "No te olvides de mí". Ayer atendió a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono, pese a ser domingo, para dar forma a esta entrevista.

- Nacida en 1978, como la Constitución Española, ¿es usted consciente de formar parte de la llamada primera generación democrática española?

-Casualidades de fechas al margen, creo que lo que más influye en la forja de una persona es la educación que recibes de tus padres y los míos me educaron en la tolerancia y el respeto.

- Está próxima a cumplir los 40, ¿teme ser víctima de la crisis existencial que, según se dice, se produce a esa edad?

-No, porque yo ya tuve, metafóricamente hablando, mi propia muerte existencial y resucité. Después de aquello me veo capacitada para gestionar cualquier tipo de crisis, por dramática que sea. Desde que me casé conmigo misma estoy muy en paz.

- Se refiere al trance vital que sufrió y del que salió, precisamente, el disco "Resiliencia".

-Efectivamente, fruto de un mal querer que me hizo mucho daño, sufrí una desilusión tremenda y me di cuenta de que en la vida también hay traidores. Por así decirlo, perdí definitivamente la inocencia y aprendí a quererme a mí misma. Había puesto todos los huevos en la misma cesta y se rompieron de golpe; pero tengo más.

- Y se volcó en su arte, compuso y cantó para expulsar ese dolor...

-La música me salvó, la utilicé como válvula terapéutica. Fue un proceso muy enriquecedor; digo muchas veces que debería enseñarse inteligencia emocional en los colegios.

- ¿Cree que logra transmitir esa acción benéfica de sus canciones en los conciertos, como el que dará mañana (por hoy) en Avilés?

-Mi deseo cuando subo al escenario es que el espectáculo sea como un spa emocional y que los que se sumergen en él salgan con esa misma sensación relajante que le proporciona al cuerpo el contacto con el agua burbujeante. Por lo que me dicen, suelo conseguirlo.

- ¿Qué músicas escucha Diana Navarro en la intimidad?

-De todo, se lo aseguro. En mi iPod están desde Camarón a Beyoncé.

- ¿Qué cosa especial hay en el Sur que tanta facilidad muestran - usted mismo es un ejemplo - para fusionar músicas del mundo a partir de su base flamenca?

-Será el clima, será que el Mediterráneo es puerta al mundo, será que somos una encrucijada de culturas... Ciertamente, yo empatizo con la diversidad.

- Hablando de otro tipo de "fusión", ésta de triste actualidad por los atentados de Barcelona, ¿es optimista sobre la posibilidad de conseguir algún día espacios de convivencia pacífica entre musulmanes, cristianos o cualquier otra fe?

-Sí, sin duda, porque no es un problema de religiones sino de cuatro locos que matan en el nombre de las mismas. Todas las religiones predican lo mismo: el amor. Quiero pensar que eso será lo que acabe prevaleciendo sobre la locura.

- ¿Es de las mujeres que se siente ofendida por el contenido sexista de determinadas canciones actualmente de moda?

-Pues sí, especialmente algunas espantosas de reguetón. Me da tristeza, porque mira que el reguetón es un ritmo pegadizo, pero ¡por favor! que se expriman un poco más la cabeza para hacer letras en un plano de igualdad. Soy de las de "prohibido prohibir", pero a mis sobrinas las reprendo cuando escuchan esos temas.

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