Ni la lluvia ni los rayos y truenos hicieron mella en los jóvenes que el pasado sábado aguantaron hasta la madrugada bailando en el Centro Niemeyer al son de la Holi Party. El festival ya se ha consolidado en el calendario de San Agustín y la edición que acaba de terminar vendió 10.200 entradas, todo un éxito de público.

"Con la Holi Party de 2017 se han satisfecho una vez más las altas expectativas que se tenían depositadas en ella. La respuesta del público de todas las edades superó las 10.000 entradas vendidas, en todo momento monitorizadas de acuerdo con el aforo de la plaza", aseguraron ayer desde el Centro Niemeyer. Esas buenas sensaciones también están avaladas con los datos de seguridad así como las escasas atenciones médicas que se produjeron en la tarde y noche del sábado.

La organización del Holi Party se enfrentó no obstante a un invitado sorpresa: la tormenta. Pese a ese handicap, la fiesta continuó sin incidentes. "Se puso a prueba la alta calidad del equipo de producción y técnico, que consiguieron dar respuesta al rigor de la situación para mantener en marcha la fiesta con un público entusiasta".

Por el momento, desde el Centro Niemeyer no quieren aventurarse a anticipar lo que pueda pasar el año que viene y optan por no desvelar si en 2018 volverá la Holi Party. Si repite por quinto año consecutivo, a buen seguro que cosechará igual éxito.