Los vecinos de Castañeda tienen que convivir día a día con los coches y la alta velocidad a la que circulan algunos. La carretera que corta en dos el pueblo tiene un elevado volumen de tráfico al que se suma el problema de que carece de aceras, a mayor riesgo de los residentes. "En esta zona vive un buen número de vecinos y es uno de los lugares de ocio y disfrute de muchos avilesinos que salen a caminar o van a los merenderos y restaurantes que hay cerca. Incomprensiblemente, desde La Magdalena a la Fuente Santos y al pabellón de exposiciones, espacio por el que se circula en un solo sentido, existe acera y varios reductores de velocidad, viéndose los vehículos obligados a respetarlos. Sin embargo, a partir de la Fuente Santos en dirección a Castañeda y Villa no hay ningún reductor de velocidad y ninguna acera y la vía es de doble sentido", denuncia Rosa Villaverde, vecina de Castañeda.

Para "agravar" más la situación, los márgenes de la carretera no se han segado este verano "y los bardiales ocupan tanto espacio que reducen en gran medida la visibilidad tanto de los peatones como de los vehículos, y aún más el poco espacio que las personas tienen para poder caminar". "Todo esto repercute negativamente en la calidad de vida de los vecinos, especialmente de las personas mayores que ni tan siquiera se atreven a caminar por la carretera porque tienen miedo de ser atropelladas", advierte Rosa Villaverde.

Por eso, los vecinos denuncian "el abandono" que sufren tanto por parte del Ayuntamiento como del Principado de Asturias -titular de la carretera-. "Sentimos mermados nuestros derechos como ciudadanos, por lo que exigimos que se tomen las oportunas medidas que den solución a esta problemática", afirma una de las vecinas afectadas.