La Unión de Consumidores de Asturias criticó ayer que la organización de la Holi Party, que se celebró el pasado domingo en el Centro Niemeyer, impidiese acceder al público con comida, bebida y sus propias bolsitas de polvos de colores. El colectivo explicó que este modo de actuar infringe la Ley de Espectáculos Públicos, mientras que la organización de la fiesta, que reunió a unas 10.000 personas en la plaza del complejo de la ría, argumenta que todos esos condicionantes se establecen en aras de la seguridad de los asistentes.

"Puedo comprar la comida y la bebida donde yo quiera siempre que en el evento se permita comer y beber. ¿Por qué tengo que comprarlo a un precio abusivo en el interior? A los 10.000 asistentes a la Holi Party se les prohibió y se les requisó hasta los gusanitos de sus niños para garantizar que nadie entrara con comida, bebida ni bolsitas de polvos de colores que se vendían en el recinto a precios desorbitados (las bolsas a 2,50 euros sin etiquetar cuando su precio fuera del recinto no supera los 90 céntimos)", protestaron desde la UCE.

El colectivo subrayó que la normativa (concretamente la Ley 8/2002 de 21 de octubre de Espectáculos Públicos) establece que "se garantizará a los consumidores y usuarios el derecho a elegir los productos que deseen consumir y donde adquirirlos siempre y cuando durante el espectáculo se permita el consumo de los mismos".

Fuentes de la Fundación que gestiona el complejo cultural explicaron que "el Centro Niemeyer". "Nuestra actuación tomó como premisa el establecimiento de unas normas básicas que garantizasen la seguridad de los presentes así como la protección de los menores de 18 años frente al consumo de bebidas alcohólicas, al igual que sucede en estadios de fútbol o grandes festivales. Además, los asistentes contaron con los servicios de dos empresas diferenciadas de restauración así como dos fuentes de agua de acceso libre y gratuito", argumentaron desde la entidad cultural.