El albergue de animales de Armenteira (Meis, Pontevedra) es el referente que pusieron ayer sobre la mesa los concejales del PP de Avilés Constantino Álvarez y Francisco Zarracina para el equipamiento avilesino cuya puesta en marcha ahora se discute. Pese a que ambos, por disciplina de partido, votaron en contra del consorcio para la creación de la perrera, consideran que una vez recibido el visto bueno del pleno avilesino lo lógico es colaborar para que el servicio sea lo mejor posible. "Esto va a ir para adelante, aunque se caiga algún ayuntamiento. Y los que no entren ahora en el consorcio, seguro que cuando se ponga en marcha, quieren entrar", dijo Zarracina.
De todos modos, el mensaje que lanzaron ayer fue que el albergue pontevedrés es un buen espejo en el que inspirar los pliegos de contratación del avilesino, dada su modernidad y buen funcionamiento. Zarracina y Álvarez visitaron las instalaciones y pusieron énfasis en la buena gestión, la profesionalidad de Tragsa -que gestiona el servicio- y el hecho de que el albergue pasa totalmente desapercibido en el entorno, sin causar ningún trastorno a los vecinos. Y eso que la instalación es más ambiciosa que la prevista para Avilés. El gallego alberga a unos 600 animales y da servicio a 50 municipios -asociados en un consorcio que recibió el visto bueno de todas las fuerzas políticas- que suman 400.000 habitantes. El avilesino sería sólo para una cuarta parte de animales.
"Vinimos gratamente impresionados", afirmó Zarracina. El albergue tiene unas instalaciones de 1.500 metros cuadrados y cuenta con varios edificios.
