Una vecina de Molleda denunció ayer la muerte de una perra, una pastor alemán, por envenenamiento en Las Vegas. Había encontrado abandonado al animal, junto a otro perro, en la zona del barrio que linda con Molleda de Abajo hace unas semanas. Begoña Muñiz y su madre decidieron encargarse de alimentarlos y recogerlos en un gallinero que tienen en el lugar, mientras pedían al Ayuntamiento que buscaran una solución para los dos perros. "Aquí tenemos las consecuencias de que el Alcalde hiciera caso omiso a las denuncias de los vecinos, a las peticiones de ayuda para los perros errantes y se salte la ley de protección animal", explicó Muñiz a través de la red social Facebook en el anuncio de la muerte de la perra.

La aparición de los perros no estuvo exenta de polémica, ya que en sus primeros días en la zona, los dos mataron una treintena de gallinas en tres huertos, uno de ellos, el de la madre de Begoña Muñiz. Fue entonces cuando la mujer se puso en contacto con el Ayuntamiento para que acogiera a los animales. Por un lado por el bien de los vecinos afectados y, por otro, por el de los propios perros, a los que no se les conocía dueño. "El Alcalde era consciente del peligro que corrían estos pobres animales, porque había gente que no los quería allí, y aun así fue incapaz de dar la cara a las personas que los recogieron y alimentaron a pesar del daño que les habían causado en su huerta. Queríamos que no causarán más daños a otras personas", explica la vecina.

Rogelio Crespo, concejal de Somos, ha querido lanzar un mensaje de apoyo a la mujer que se hizo cargo de los dos canes. "Sé que está muy apenada, porque ha peleado mucho por ellos", señaló. "Desde el gobierno local deberían saber que es muy mal ejemplo que, si tienes que recoger a un animal, no lo hagas. ¿Que pasa si llegan a ser más peligrosos, si atacan a un niño? ¿Quién es el culpable?", preguntó el edil. Crespo afirma que el equipo de gobierno corverano tenía conocimiento de que los perros estaban en la zona. "Hay una partida presupuestaria para la recogida de animales, pero no se aplica. Estuve hablando con algunas protectoras y el problema es que esa partida es muy pequeña", explicó el concejal de Somos. En su opinión, lo que ocurre es que no se podrían cubrir todos los gasto que genera: "No solo hay que recogerlos, hay que alimentarlos, llevarlos al veterinario, vacunarlos...", indicó. De todo eso, se encargó Begoña Muñiz estos días.

A través de la red social, Muñiz quiso también despedirse de la perra: "Pequeña, me llena de orgullo saber que el poco tiempo que estuvisteis con nosotras por lo menos fuiste feliz, comiste, bebiste y tuviste cariño. Ya con eso me doy por satisfecha. Lo peor es que, siendo tan cachorra, conocieras lo peor de mucha gente. Perdona por no poder haberte dado mejor calidad de vida y no haberte librado de tanta maldad".

No pudo hacer nada por la joven pastora alemana, pero la mujer ha decidido ahora llevar al macho a su casa. "No queremos que lo envenenen también. Creemos que su anterior dueño lo maltrataba, al principio se ponía rígido y se echaba a temblar cuando lo acariciabas, pero poco a poco va confiando en la gente", explicó Muñiz a este periódico. Mientras tanto, quiere incidir en la denuncia de la situación, aunque el can ya empieza a ser uno más de la familia.