"Si no se tuerce, a finales de este año abriremos el cine". Habla Ángel Santos, propietario de Cines Gozón, el local de la avenida de Gijón que tiene pendiente su apertura desde hace un lustro. La subvención concedida con los fondos europeos Leader para renovar los proyectores y hacerlos digitales de 34.333 euros ha llevado al empresario a ejecutar la esperada obra. "Esa ayuda tengo que ejecutarla antes de noviembre, sino la perdería. A eso también se suma la licencia de apertura municipal que tengo concedida y caduca en marzo de 2018", señala Santos. Es decir, que todo apunta a que el complejo abra sus puertas antes de la primavera del próximo año. "Tendría que abonar otros 3.000 euros para solicitar la apertura", insiste.
Las actuaciones pendientes en el cine, que traerían consigo la apertura, se centran en la renovación del sistema digital y la habilitación de un baño adaptado a personas con movilidad reducida. "También debemos incorporar una escalera eléctrica que permita acceder a las salas de cine", detalla Santos, que prevé ejecutar una obra que dure unos dos meses. En el caso no ejecutar esas obras en plazo, el empresario perdería la ayuda concedida con los fondos Leader.
La intención del empresario era abrir el pasado año. Sin embargo, explica, una inundación en el edificio sobre el que se sustenta el cine le obligó a retrasar la operación. "Estaba todo listo para abrir, contaba con la licencia y solo me quedaban esos ajustes, pero llegó la inundación y frenó el proceso", destaca.
Sobre el futuro del complejo cultural, Santos prevé proyectar películas comerciales y desarrollar otras actividades culturales. La intención del impulsor del proyecto pasa por abrir los fines de semana en invierno y buena parte de los días de verano. "Eso sí, la cafetería abrirá todos los días", indicó Ángel Santos, que prevé la contratación de unas cuatro personas para trabajar en Cines Gozón. El empresario ve necesaria la apertura de un cine en Luanco para ampliar la oferta cultural de la villa marinera. "Hay que hacer actividades para que la gente no marche de los pueblos", destaca.
El local tiene capacidad para unas 260 espectadores repartidos en dos salas, que reciben los nombres de Capitán y Almirante. El cine cogería el testigo del Teatro Moderno, un espacio que cerró hace la friolera de 29 años.
