Soledad Murillo, secretaria de Estado de Igualdad durante la época de José Luis Rodríguez Zapatero, da solo un aprobado rascado a la Ley de Igualdad efectiva entre Hombres y Mujeres, que este 2017 cumple una década. "Le doy un aprobado no por su contenido, que es muy interesante, sino por falta de aplicación", dijo a los medios informativos minutos antes de ofrecer la primera conferencia de la Escuela de Verano de la UGT, en la que analizó esos fallos de aplicación de la ley. Murillo lamentó que en los planes de igualdad que se implantan en las empresas "no se utilice el talento como criterio". "Se han convertido en planes de conciliación de la vida laboral y personal", dijo. Tampoco quitó responsabilidad a los políticos. "La administración pública (ayuntamientos, comunidades autónomas y a administración central) no han hecho una revisión de la ley para detectar sus fallos" y ponerles remedio, señaló.

¿Y qué responsabilidad tienen los gobiernos populares posteriores a la ley en ese lento desarrollo? "Lo primero que hizo el PP al llegar al Gobierno fue quitar los 400 euros que concedíamos a las mujeres que cuidaban a familiares en su casa, asignados para que tuvieran derecho a la jubilación (el 80% de las mujeres que dejan el mercado laboral es por razones familiares). El PP trató de borrar de la pizarra lo que hizo el Gobierno anterior. Quitó el Ministerio de Igualdad cuando lo más caro era el edificio", que sigue en su sitio, sentenció Soledad Murillo.