La piscina de la granja-escuela de Riberas de Pravia (Soto del Barco) donde el pasado 25 de julio se ahogó el niño praviano Izan Álvarez Pérez, de cinco años, carecía de socorrista, a pesar de que la normativa impone este servicio para una instalación de sus características, y tampoco tenía licencia municipal de apertura, cuando llevaba en funcionamiento dos décadas y media.

Así lo recogen sendos informes remitidos por la Guardia Civil y por el Ayuntamiento de Soto del Barco, a los que ha tenido acceso este periódico. La investigación concluye que la granja-escuela carecía de seguro de responsabilidad civil y una de las dos monitoras estaba en prácticas. La documentación que está en posesión de la jueza de Pravia también recoge que los padres del pequeño Izan Álvarez, a la hora de hacer la matrícula, advirtieron por escrito al centro de que el pequeño tenía "miedo al agua".

La muerte del pequeño Izan Álvarez Pérez conmocionó a los asturianos hace poco más de mes y medio.

Más información: La granja-escuela carecía de seguro de responsabilidad civil y una de las dos monitoras estaba en prácticas