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Investigan al dueño y a la directora de la granja sin licencia donde se ahogó un niño

Las dos monitoras que cuidaban del grupo de menores junto a la piscina declaran que en ningún momento dejaron de "prestar atención"

Puerta de la granja-escuela, con un cartel de condolencia en el que anuncia su cierre temporal. RICARDO SOLÍS

La juez de Pravia investiga al dueño y a la directora de la granja-escuela de Soto del Barco donde el pasado 25 de julio murió ahogado, en una piscina, Izan Álvarez Pérez, de cinco años. La instalación acuática, según adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA de acuerdo a informes de la Guardia Civil y el Ayuntamiento, carecía de socorrista, licencia municipal de apertura y seguro de responsabilidad civil. También están siendo investigadas las dos monitoras que cuidaban del grupo de menores en el que se encontraba el pequeño cuando tuvo lugar su fallecimiento. Son dos jóvenes de 19 y 18 años que ya han declarado. Ambas, según información a la que ha tenido acceso este diario, aseguran que aquella tarde "prestaron atención" a los niños que tenían a su cargo en todo momento. Aunque afirman no recordar el "último instante" en el que vieron a Izan con vida.

El Ayuntamiento de Soto del Barco corroboró ayer que hace unas semanas envió al juzgado un escrito para informar de que la piscina de la granja-escuela Palacio de la Bouza, que empezó a funcionar hace 25 años, carece de licencia de apertura. No obstante, el alcalde, Jaime Menéndez Corrales, y los servicios jurídicos municipales rehusaron hacer ninguna valoración al respecto, a la espera de conocer el avance de la investigación, que aún tiene que dar varios pasos.

El siguiente será la declaración ante la juez del administrador de la granja-escuela, que se encuentra fuera de Asturias. Sí ha pasado ya por el juzgado, además de las monitoras, la directora del centro, que no respondió a ninguna de las preguntas, como ya había hecho en el mes de julio en las dependencias de la Guardia Civil.

Uno de los puntos de la investigación gira en torno a la ausencia de un socorrista en la piscina de la granja-escuela cuando se produjo el fallecimiento, en contra de la normativa autonómica, que obliga a disponer de un servicio de salvamento en todas las instalaciones acuáticas con más de 1,60 metros de profundidad (las del Palacio de la Bouza tienen 1,80 metros). Esta carencia se detalla en el informe elaborado por la Guardia Civil remitido al juzgado. Ese documento también advierte de que el vaso pequeño de la piscina, destinado a los niños que no saben nadar, presenta irregularidades, ya que no está lo suficientemente separado del grande ni dispone de obstáculos insalvables que lo aíslen de él. E indica que una de las monitoras no había completado su formación al estar en prácticas.

En otro escrito enviado al juzgado, en este caso por parte de la propiedad de la granja-escuela, se reconoce que el Palacio de la Bouza carecía de un seguro de responsabilidad civil cuando tuvo lugar el ahogamiento. También está en manos de la juez la matrícula formalizada por los padres del pequeño para el campamento de verano en el que participaba cuando murió. En ella, se detalla claramente y por escrito, en el apartado de "Observaciones", que el niño tenía pánico al agua.

La muerte de Izan Álvarez causó hace poco más de mes y medio una gran conmoción tanto en Soto del Barco como en Pravia, donde residen sus padres. El Palacio de la Bouza es un centro muy popular fuera y dentro de Asturias. Cuenta con diferentes instalaciones para el juego y varios recintos con animales. Ayer, este diario trató, sin éxito, de ponerse en contacto con sus responsables.

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