La juez de Pravia investiga al dueño y a la directora de la granja-escuela de Soto del Barco donde el pasado 25 de julio murió ahogado, en una piscina, Izan Álvarez Pérez, de cinco años. La instalación acuática, según adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA de acuerdo a informes de la Guardia Civil y el Ayuntamiento, carecía de socorrista, licencia municipal de apertura y seguro de responsabilidad civil.

También están siendo investigadas las dos monitoras que cuidaban del grupo de menores en el que se encontraba el pequeño cuando tuvo lugar su fallecimiento. Son dos jóvenes de 19 y 18 años que ya han declarado. Ambas, según información a la que ha tenido acceso este diario, aseguran que aquella tarde "prestaron atención" a los niños que tenían a su cargo en todo momento. Aunque afirman no recordar el "último instante" en el que vieron a Izan con vida.

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