Los "edificios esqueleto" que están a la entrada de Luanco ya han cambiado su fisonomía desde que una promotora se hiciera cargo de ellos. Los responsables de los bloques, además, están satisfechos con el ritmo de adquisiciones ya que se están "vendiendo muy bien". La previsión es que el primero, el más próximo al campo de fútbol de Miramar, esté terminado en la primavera de 2018. Tendrá 29 viviendas (la gran mayoría ya vendidas), de las 119 previstas en el complejo -formado por cinco edificios en total-. La idea de la promotora es tener listo todo el complejo a finales del año que viene.

Esa operación urbanística se frenó en seco con la llegada de la crisis y quedó a medio construir. Ahora, tendrá hasta piscina y un parque infantil.