Hace décadas las viñetas estaban acaparadas por un público: el adolescente varón que leía historias de aventuras o superhéroes. Y fue la incorporación de la mujer, como autora primero y como lectora después, la que abrió el género a un público mucho más amplio. Así lo explicó ayer una de las invitadas a las Jornadas del Cómic de Avilés, la argentina Sole Otero. "Entre los nuevos públicos se encuentran las mujeres. El enriquecimiento más grande del cómic vino gracias a la aportación de autoras, tratando temas desde una perspectiva femenina". Eran apenas cinco mujeres en los certámenes de cómic de su país hace 15 años, hoy son muchas más, en el público y en las ponencias.

La diversidad de perspectivas es, precisamente, una de las formas de enganchar a nuevos públicos, según apuntó el brasileño Marcello Quintanilha. "Hubo una época donde las chicas estaban absolutamente apartadas del cómic, los cómic estaban totalmente orientados a un público masculino y adolescente. Pero ahora tenemos ya un tipo de cómic más amplio. Se popularizó el manga, y la amplitud de los temas hizo que más personas se interesasen. No sé si hay una manera concreta de enganchar al público... pero creo que va vinculada a la diversidad de perspectivas, de autores y de temas".

Al mundo de los superhéroes está vinculado, de pies a cabeza, el granadino Javier Fernández, que dibuja actualmente para el universo Batman. Y cree que los superhéroes siguen teniendo su lugar, y su público, y pueden ser una buena forma de enganchar a nuevos lectores que luego se pasen a otras modalidades de cómic. "Yo, que dibujo superhéroes, no es lo único que leo". A él el cómic le pilló en plena adolescencia, hasta los 16 o 17 años no sabía lo que eran, pero cuando uno cayó en sus manos respondió, al fin, su anhelo de dibujo. Y ahora trabaja para una de las grandes, DC Comics. ¿El secreto? Él afirma que no hay tal: "Con mucha paciencia e insistiendo mucho, presentándose a los editores... Es algo muy sencillo en realidad".