Los vecinos del barrio de La Estrada han convivido todo el verano con el hedor que proviene de una salida de aguas fecales que van a dar a las vías del tren. "Son aguas que provienen no solo de La Estrada, sino también de Los Balagares. El problema es que, especialmente en verano, genera además del olor, un problema de salubridad y plagas de mosquitos", explica el concejal de Somos, Rogelio Crespo, que se reunió con los vecinos.

Los inconvenientes que genera esta salida de agua no se reducen al verano. "En invierno, con la lluvia, la salida rebosa y provoca una especie de sifón al paso del tren", señala el concejal de Somos. Es más, Crespo explica que las aguas acaban quedándose estancadas al otro lado de la vía, en un terreno municipal, que está "lleno de maleza". Además, los vecinos afirman que están hartos de ver "ratas como conejos" salir de los matorrales que han crecido entre las aguas fecales.

Según explica el edil, en ese terreno se iba a construir una torre, el edificio más alto del concejo. "Ese proyecto quedó en nada y ahora el Ayuntamiento es el propietario del terreno". De ahí que los vecinos, a través del concejal de Somos, soliciten una solución. "Que en un terreno municipal, haya aguas fecales y no se esté haciendo nada, no se puede permitir", sentencia Crespo. Esta es una consecuencia más de los problemas de saneamiento de Los Balagares, pero "estar trabajando para solucionarlos, no quita que haya que limpiar un terreno insalubre", según afirma el portavoz de Somos.

Esta queja se une a las que ya había expuesto el concejal morado respecto al barrio corverano, donde el mobiliario urbano está muy deteriorado y necesita renovación.