Los padres y madres de los alumnos de Infantil del Colegio Quirinal forzaron ayer la paralización de la obra que se estaba realizando en la cubierta del patio al detectar un "flagrante incumplimiento" de las medidas de seguridad. Según dicen, en los trabajos se están empleando materiales tóxicos en horario lectivo, al lado mismo de los escolares y sin un protocolo de actuación que evite los riesgos que entrañan. "Están lijando minio al lado de los niños", asegura una de las madres del centro. Las fichas internacionales de seguridad química indican que la inhalación de esta sustancia puede afectar a la sangre, al sistema nervioso central y periférico y al riñón; además, puede causar encefalopatías, enfermedades nerviosas, calambres abdominales y disfunciones del riñón. Y todo ello aumentado de forma exponencial al tratarse de niños de muy corta edad.

Según explica Lucía Pereiro, presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA), fue su propio colectivo el que reclamó el año pasado que se realizase una intervención en la cubierta del patio de Infantil, ya que presentaba grandes deficiencias. En mayo, recibió el visto bueno por parte del Ayuntamiento. Y las obras, que tendrían que haberse realizado durante el verano para no interferir en el desarrollo del curso, no empezaron hasta agosto. Tras paralizarse, se retomaron en septiembre. "Ahora más que las obras lo que importa es la seguridad de los chiquillos; los trabajos se están realizando en la obra más sensible del colegio", añade Pereiro. Y es que son los 200 alumnos de Infantil los directamente perjudicados por la falta de seguridad en el empleo de tóxicos.

Los acontecimientos se desencadenaron a raíz de un escrito que un grupo de padres remitieron a la directora para darle cuenta de la incertidumbre y preocupación motivada por la existencia de obras en el patio. Pedían conocer las medidas para garantizar del tiempo de recreo por parte del alumnado de Infantil, saber si están tomando medidas para garantizar la seguridad de los niños, ante el posible uso de tóxicos, y si la señalización de las obras se ajusta a la normativa existente.

En la mañana de ayer, se celebró una reunión a la que asistieron, además de familiares de los alumnos, representantes de la dirección del centro y personal técnico al cargo de la obra, tanto de la empresa como del Ayuntamiento. Ante las preguntas de los padres y la falta de garantías sobre las medidas de seguridad necesarias, la directora decidió paralizar cautelarmente los trabajos a la espera de que se puedan poner en marcha sin riesgos. "Están lijando una estructura que tiene plomo sin ningún tipo de medida de seguridad ni para los chiquillos ni para los trabajadores. Y todo lo que han hecho para evitar que ese polvillo llegue a las clases es poner un toldo en el suelo. Hay viento, las ventanas están abiertas y el polvillo entra en las aulas", señaló la presidenta del AMPA.

La alternativa a corto plazo es que los alumnos de Infantil tengan un horario de recreo distinto para poder utilizar el patio de Primaria. Y la entrada se centralizará por la parte delantera del centro, que está aparcada de la obra. El viernes por la tarde el AMPA celebrará una reunión en la que, entre otros temas, analizarán las medidas a seguir. La dirección del colegio ya les indicó que se pedirán informes claros de las medidas necesarias para realizar la obra.

Los padres de los escolares, además, consideran preocupante que lo que han detectado en esta ocasión sea una constante en la realización de las obras municipales, y no se tenga en cuenta la toxicidad de los materiales ni siquiera para los propios trabajadores. En el caso del Colegio Quirinal, además del ya mencionado minio, que tiene plomo, se está cortando también en el patio fibra de vidrio que, según algunos familiares de los alumnos, es "como mínimo, sospechoso".