Mariví Monteserín está en el ecuador de su mandato como Alcaldesa de Avilés. Apasionada de la política, no duda en hablar de todos los temas de actualidad. Se define como "profundamente democrática".

- Concejala, diputada en el Congreso y ahora alcaldesa, ¿cumple sus expectativas?

-En el terreno personal, sí; en el político, me gustaría que algunas cosas avanzaran más rápido. Siempre tienes la impresión de que todo es más lento de lo que uno quisiera.

- ¿Cuál es su mayor satisfacción en estos dos años?

-Participar de un gobierno que se cree mucho lo que hace, que tiene las líneas estratégicas de la ciudad bien definidas y que sabe muy bien lo que quiere para la ciudad.

- ¿Y cómo se siente al ver que no siempre se pueden atender las reclamaciones vecinales?

-Vivimos unos tiempos en los que hay una exigencia ciudadana muy alta, lo que me parece bien, y tenemos un aparato institucional con muchas dificultades para estar a la altura y con inmediatez. Es un aparato que tiene mucha burocracia y es muy lento. Y es así porque la corrupción y el afán de transparencia como sistema de garantías ha hecho que todo se burocratice y ralentice mucho más. Pero éste es un problema que vivimos todos los alcaldes y tenemos la sensación de que es muy difícil estar a la altura de esa exigencia.

- La oposición le reprocha que no se toma muchos cafés con ellos para llegar a acuerdos.

-Me gusta mucho tomar cafés, pero tampoco me dan muchas oportunidades. Creo que no he tenido suerte con la oposición que tengo. Por un lado una supuesta izquierda, que me resisto a seguir llamando izquierda, que tiene más tendencia a ir al juzgado que a resolver los problemas en el ámbito político y que no entra en el diálogo a no ser con unos condicionantes muy fuertes. Y luego está una derecha dividida con la que no tengo mala relación pero con la que es muy difícil tener espacios de acuerdo y de trabajo puesto que cuando los tienes tampoco se ponen de acuerdo entre ellos, como por ejemplo en el tema del albergue de animales. Tengo una situación muy compleja en ese sentido y tengo la sensación de que no están contribuyendo a solucionar los problemas de la ciudad.

- Habla de que algunos tienen tendencia de ir al juzgado. Somos sopesa una querella por prevaricación contra usted por no cumplir los acuerdos plenarios, este caso, para incluir en la RPT a las educadoras de 0 a 3.

-Soy una persona profundamente democrática y tengo la tendencia a cumplir todos los acuerdos plenarios, pero algunos son difícil llevarlos a término. En este caso, ellos iniciaron la vía y nos encontramos con informes técnicos en contra a esa inclusión. Cuando los conozco, los elevo al pleno para dar un archivo a esa propuesta y votan en contra. Yo no puedo archivar el expediente y por tanto no lo archivo, pero tampoco lo puedo continuar porque ni yo lo voy a hacer ni le voy a pedir a ningún concejal que continúe un expediente con informes en contra. Con eso no he incumplido el acuerdo. El problema no es la RPT, que en Avilés está exactamente igual que en mayoría de ayuntamientos, sino que es un problema salarial que hay que debatir en otros ámbitos. He cumplido en términos generales con los acuerdos plenarios y otros están a la cola de prioridades.

- ¿Cómo cuáles?

-Por ejemplo, la ordenanza de animales. Tener una norma sin tener resuelto el albergue es como hacer un brindis al sol. Hay que hacer las cosas con cierto orden. Y hay otras que tienen que ver con dificultades de otro tipo, como con bajas personales, como con la comisión del agua.

- ¿Qué pasa con ella?

-No está la secretaria y quiero tener esa garantía jurídica. Si la baja se prolonga, tendremos que hacer el proceso de otra manera. Esa comisión será para volver a tratar un tema que ni está en la preocupación de los avilesinos ni es una prioridad excepto para algunos grupos que están siempre con la sospecha a pesar de que todos los procesos han sido transparentes.

- ¿Cómo vive ese momento de detectar irregularidades en Festejos?

-Confiada en que todo se aclararía y segura de que no había habido malversación, como así han demostrado la justicia y el Tribunal de Cuentas. Vivo con la sensación de que antes, durante y después de la justicia actúan los justicieros. Determinados grupos tienen mucha ansiedad por derrotarnos por vías distintas a las democráticas. En este tiempo, todo el gobierno, especialmente Ana Hevia, ha tenido una fortaleza ejemplar. Su preocupación fue trabajar para tener las mejores fiestas posibles y no se dejó llevar por el desánimo que pretendían esos justicieros.

- Hace dos semanas el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, estuvo en Avilés, ¿le hace ser más optimista con el futuro del plan de vías?

-Más que optimista quiero ser realista. El plan de vías y algunas otras infraestructuras en esta ciudad, como pasa en otros sitios, dan muchas vueltas y más en la época de crisis. Lo que tengo es una esperanza muy realista en la propuesta que hemos hecho al Ministerio y en las soluciones técnicas que requiere, en la comisión que hemos creado y, sobre todo, en que el Ministro dijera que íbamos a firmar un convenio, que creo que es más que un protocolo, en el que también estará el Principado. Los grandes retos de infraestructuras que tiene pendientes esta ciudad sólo se pueden resolver con un entendimiento cierto entre las tres administraciones. Creo que esta Corporación, la de los 24 concejales que quedamos, podremos decir que hemos hecho un buen servicio a la ciudad si caminamos y encarrilamos ese tema.

- Baterías cerrará en 2020 y parece que ya está habiendo encuentros para decidir qué hacer con esos suelos.

-Tiene que haber una reunión para hacer un planteamiento a futuro. Quedarán 500.000 metros cuadrados de espacio y hay que achatarrar las baterías, descontaminar y ponerlo en servicio para un espacio empresarial que tiene ser versátil y flexible en el sentido de que habrá empresas de alta tecnología y otras relacionadas con la metal mecánica. El PEPA tiene la posibilidad de encargar estudios al mas alto nivel en el ámbito internacional para ver qué necesidades hay en una prospectiva determinada de tiempo. Es un espacio privilegiado ya que cuenta con un parque científico, centros de investigación puntero, la isla de la innovación, el puerto y un entorno de formación educativa muy preparado para suministrar conocimiento y formación a las demandas empresariales. Creo que es un parte de nuestro futuro y tiene que estar integrado en lo que somos hoy pero mirando mucho a lo que vamos a ser en 2025 o en 2030.

- ¿Hay algún avance en el proyecto de la Isla de la Innovación?

-Estamos trabajando y habrá avances a finales del año o principios del año que viene. El hecho de haber llegado tarde a la ronda norte o las vías es que ahora todo va a estar más coordinado, más armonizado. Y creo que es una oportunidad. No sé si luego tendremos la oportunidad de que eso ocurra en un espacio muy corto de tiempo, pero cuando ocurra no va a haber distorsiones, sino que va a quedar bien definido, configurando una ciudad de futuro mucho más completada, al servicio de la ciudad, de la industria y de lo que tiene que ver con progreso, creación de empleo y la estética.

- Dentro de unas semanas tendrán que empezar dos debates importantes en el Ayuntamiento. Uno es de ordenanzas fiscales y otro del presupuesto. Para las ordenanzas, ¿que va a plantear el gobierno?

-No queremos incrementar los precios, impuestos y tasas sino intentar mantener las cosas como están. Todavía no se vislumbra el final de la crisis y optamos por hacer ese esfuerzo, porque algunas cosas era conveniente actualizarlas. Pero estamos abiertos a la negociación y al diálogo con otras fuerzas políticas.

- ¿Qué líneas se marca el gobierno para el presupuesto?

-Las prioridades están definidas. El capítulo de personal y mantenimiento se quedará más o menos igual y no queremos reducir gastos en el ámbito de lo social porque sería necesario incluso subir las ayudas emergencia ya que las familias se han empobrecido. Tampoco queremos reducir gastos en cultura, en deporte y en la promoción de la ciudad. Y está todo lo que tiene que ver con el emprendimiento, la generación de empleo y la atracción de talento, porque es clave para la ciudad. Luego están las inversiones con la ayuda de los fondos Feder y las inversiones comprometidas, como la Escuela de Arte y otros gastos que tienen que ver con la mejora de las entradas de la ciudad. Este año estamos con Santa Apolonia y con el mural de la plaza de los Oficios y tenemos que continuar en esa dirección.

- ¿Cree que van a tener que aprobarlo por una cuestión de confianza, como este año?

-Seguramente, pero no lo sé. Los caminos de los acuerdos son inescrutables; vamos a tener que esperar.

- ¿Se ha conseguido resolver la crisis del Conservatorio de Música?

-Cuando hay una crisis no es fácil darla por cerrada. El Conservatorio es una institución querida, que responde a los deseos de la ciudad, que está haciendo un buen trabajo y que, de momento, hemos acertado con el perfil de la dirección. Otra cosa es cómo se resuelve cuando se judicializan los asuntos, porque los jueces no tiene porqué saber de todo. La concejala de Cultura, Yolanda Alonso, se ha encontrado con un problema y ha buscado las soluciones más adecuadas pensando en los estudiantes, en las familias y en el valor que tiene la institución para la ciudad.

- ¿Y la del Centro Niemeyer?

-La estamos dejando atrás, pero necesitamos más dinero. Cuando se amorticen las deudas, queremos tener más medios para mantener el edificio, porque el paso del tiempo es inexorable. Y después nos gustaría tener más medios económicos para impulsar su proyección. Hacemos muchas cosas, tienen respaldo del público pero quizá no se conozcan lo suficiente. Y de ahí que sea necesario más dinero para comunicar mejor y tener una mayor penetración en los mercados.

- Hablemos del partido. ¿Es Avilés la aldea gala del socialismo asturiano? Fue la única gran agrupación que apoyó a José María Pérez y, antes, a Susana Díaz.

-Tiene una trayectoria socialista muy coherente y en la que ha ido evolucionado bien con el paso del tiempo. Es sabia en combinar experiencia y juventud y, sobre todo, no ha habido una ruptura, una disrupción, sino una evolución. El PSOE en Avilés siempre ha pensado en clave de ciudad, no en sí mismo, y le da una perspectiva que le hace estar conectado con la ciudad y no con el resto del partido. Yo estoy orgullosa de esa trayectoria. No hemos estado nunca en las mayorías del partido. Es otra forma de entender el socialismo y estar en el espacio social de la izquierda. En una ciudad con muchos problemas, los hemos conseguido ir resolviendo nosotros con nuestra inteligencia, abordando y proponiendo soluciones. Y es nuestra forma de actuar. Es una senda que es singular, propia y que da buenos resultados. Es malo el mimetismo, la copia.

- ¿Teme injerencias en Avilés de la nueva dirección regional?

-No. Hemos estado en minoría la mayoría de las veces y no hemos tenido injerencias. Podemos tener más o menos apoyo pero no creo que haya injerencias.

- Qué le parece que Oviedo y Gijón hayan votado en contra de la gestión de Javier Fernández al frente de la FSA?

-Es una ruptura con la forma de ser mi partido, porque nunca fue ingrato. Javier es una de las cabezas pensantes más claras del socialismo español. Tiene una proyección más allá de la región, pero es presidente de Asturias y de los asturianos. Lo lógico es que sienta el apoyo, el aliento y el ánimo de los socialistas asturianos. Es muy ingrato que haya personas dentro de organización que no reconozcan eso y más es una situación tan difícil, con un gobierno en minoría política en la Junta, no tengamos la generosidad de decirle que estamos con él.

- ¿Es debilitarlo ante la oposición?

-Es debilitarlo y creo que en estos tiempos tan complejos políticamente, donde la ira se ha apoderando de muchos espacios, las personas que tienen responsabilidad, que la llevan adelante con honestidad, lo mínimo es darle el apoyo de los compañeros y la motivación. Esto parece que no se está llevando con inteligencia sino por una extraña ira, por un egoísmo imbricado en muchas personas que no las considero como parte de una cultura de un partido en el que hay gente muy generosa. Y eso no lo estoy viendo en este momento. Creo que la política tiene que recuperar la bondad porque hay demasiada crispación y creo que es una de las derivadas de la crisis económica y que nos está llevando a situaciones como la del Brexit o Cataluña. La política nace para generar la felicidad de la gente, y hay que trabajar desde la generosidad.

- Confía en repetir en las elecciones municipales para el cargo de alcaldesa?

-Es muy pronto para hablar de eso. Me adapto bien a todo y procuro tener espacios de felicidad y tranquilidad; no tengo preocupación personal en ese sentido y siempre digo que lo que decidan mis compañeros. Si me necesitan, estoy y si no, me voy. E igual de agradecida en los dos casos. Estoy muy a gusto en la agrupación socialista, donde me acompaña una gente que es lo mejor que me pudo pasar en la vida.