La plantilla de la multinacional cristalera Saint-Gobain hizo huelga ayer durante unas seis horas en la fábrica en señal de protesta por el enrarecido clima laboral. Los paros se produjeron durante las dos primeras horas de cada turno (mañana, tarde y jornada normal) y en el de la noche se dejaron para las dos últimas horas. "Los paros de la mañana y la tarde se han sucedido sin ninguna incidencia y han sido secundados por el 100% de la plantilla", comunicaron fuentes sindicales al cierre de esta edición. La actividad se frenó entre cuatro y seis horas.

La de ayer no es la primera huelga de Cristalería de este año. A principios de 2017, los trabajadores también secundaron una serie de paros por el "mal clima de trabajo generado por la dirección de la compañía". En aquella ocasión, estaba en el horizonte la incertidumbre sobre el futuro de la fábrica, por el temor del desvío de producción a una planta de Marruecos.

La convocatoria de esta última huelga hacía referencia a la pretensión de la dirección de la factoría de Maruca de modificar las condiciones se salud laboral y prevención sin contar con el visto bueno del comité. La gota que colmó el vaso fue la apertura de un expediente a un trabajador por no llevar las gafas de seguridad puestas en el interior del recinto. El empleado en cuestión iba camino del vestuario y estaba fuera de las instalaciones fabriles, según el comité. Los sindicatos hablan de "represión". "Estamos pendientes de una reunión con la empresa para debatir los temas que están generando mal ambiente en el departamento. Son múltiples cuestiones: problemas con las contrataciones, hay una bolsa de eventuales que no se respeta, un sistema de profesiogramas que tampoco se está respetando, los temas de seguridad en la empresa, que en vez de dialogar está actuando a golpe de sanción. Las medidas de seguridad tienen que emanar de la evaluación de riesgos que salen de cada puesto, y para eso están los delegados de prevención, el Instituto de Prevención de Riesgos Laborales, la Inspección de Trabajo. Lo que no puede ser es que se base en cuestiones arbitrarias", señaló Fernando Ureta, del sindicato UGT. Para esta central "la empresa está tratando de dividir" a la plantilla con el argumento de que el conflicto "está en la sanción de un trabajador por el uso de las gafas reglamentarias".

El presidente del comité, José Francisco Mantilla (CC OO), considera que es necesario "buscar vías de diálogo con la dirección para no llegar a paros" como los de ayer. "Hay diferencias con la empresa, como toda la vida las hubo en Cristalería, pero hay que buscar vías de diálogo", incidió el sindicalista de Comisiones. Según Montilla, es cierto que hay retrasos en la convocatorias de plazas, pero "mañana" (por hoy) "se reúne la mesa de formación para acordar las plazas que van a salir a concurso". "Hemos solicitado en Glass seis plazas internas a concurso y creo que se va a respetar. Está pendiente el tema del automóvil, que está en los tribunales por falta de acuerdo con el calendario de este año", añadió. Los ugetistas advirtieron que si la empresa no retoma el diálogo "habrá medidas mayores" que los paros.