Tras meses de controversia, el Arzobispado de Oviedo ha tomado la decisión de crear una fundación que gestione sus siete centros educativos en Asturias, con el objetivo de "unificar criterios pedagógicos y administrativos". La firma del acta de constitución tendrá lugar el 14 de octubre, aunque no empezará a funcionar a pleno rendimiento hasta el próximo curso. La entidad servirá además para encauzar una posible fusión de los colegios avilesinos San Nicolás de Bari y Santo Tomás, aparcada hasta ahora por el rechazo de algunos representantes eclesiales. También tomará medidas para paliar el descenso de matrícula que ha provocado, sobremanera, la baja natalidad.
La Fundación Santa Olaya, nombre que recibirá la organización, nace con la intención de englobar a todos los colegios diocesanos de Asturias, aunque aún no está claro si los siete se integrarán desde un primer momento. Además del San Nicolás y el Santo Tomás, están llamados a formar parte de ella la Sagrada Familia de Las Vegas (Corvera), San Miguel (Gijón), San Eutiquio (Gijón), El Bibio (Gijón) y la Sagrada Familia (Oviedo). Todos ellos dependen directamente del Arzobispado y son gestionados a través de sus respectivas parroquias. Las conversaciones para constituir la entidad que los controlará de ahora en adelante se han prolongado durante casi dos años, con numerosos choques por intereses contrapuestos.
La delegada diocesana de Enseñanza, Pilar Hernández, comunicó a los responsables de los diferentes centros la constitución de la fundación en una reunión que tuvo lugar hace unos días, a la que además acudió el vicario episcopal de Avilés-Occidente, Jesús Emilio Menéndez. También anunció la fecha de la firma fundacional y explicó que los primeros pasos conjuntos se empezarán a dar de cara al próximo curso. En el encuentro, apenas se profundizó en el plan de fusión del Santo Tomás y el San Nicolás, el principal escollo que ha encontrado todo este proceso por el rechazo que ha levantado en la comunidad educativa del segundo centro.
La Fundación Santa Olaya buscará unificar los criterios docentes y de gestión de todos los centros educativos adscritos directamente a la Iglesia asturiana. De esta forma, el Arzobispado de Oviedo pretende contar con una sola voz, que le otorgue mayor fuerza en las negociaciones con el Gobierno autonómico sobre los aspectos que afectan a sus colegios. Además, la entidad aspira a convertirse en un punto de encuentro entre sus integrantes para poner en común problemáticas. Y, en última instancia, debatirá aspectos tan controvertidos como la posible fusión entre el San Nicolás y el Santo Tomás.
