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El colegio que nacerá de la fusión del Santo Tomás y el San Nicolás se llamará San Agustín

Los alumnos sólo se concentrarán en Sabugo en caso de baja matrícula

Instalaciones del colegio Santo Tomás, en Sabugo. MARA VILLAMUZA

San Agustín. Así se llamará el colegio que nacerá de la fusión entre el San Nicolás y el Santo Tomás, ambos dependientes de la Iglesia. El nuevo centro, que echará a andar previsiblemente en el curso 2019/2020, funcionará con una sola voz, pero con dos sedes, las actuales de sus partes fundacionales: una en la plaza Álvarez Acebal y otra en la calle González Abarca. Tan sólo en el caso de un significativo descenso de matrícula, todos los alumnos se concentrarían en las dependencias del barrio de Sabugo. Este plan, prácticamente cerrado, cuenta ya con el visto bueno de los implicados.

La fusión del San Nicolás y el Santo Tomás marca un hito en el ámbito educativo avilesino, tanto por la relevancia histórica y social de ambos centros, vinculados a dos de las mayores parroquias del concejo, como por la cantidad de alumnos que han pasado y aún están matriculados en ambos. Las negociaciones han sido largas y no siempre fáciles, aunque finalmente han llegado a buen puerto. El nombre de San Agustín, patrón de la ciudad, cuenta con el respaldo de las dos partes que han protagonizado el proceso y del Arzobispado de Oviedo (la propuesta partió del San Nicolás). No obstante, esta decisión aún tardará en hacerse oficial.

Porque lo más inmediato para los responsables diocesanos en materia educativa es la constitución de la Fundación Santa Olaya, que aglutinará la gestión de los siete centros dependientes de la Iglesia asturiana, entre ellos, el San Nicolás y el Santo Tomás. La firma fundacional estaba prevista para este sábado, pero ayer fue pospuesta por problemas de papeleo. En ese acto estarán presentes representantes de los siete colegios implicados: los dos avilesinos, la Sagrada Familia de Las Vegas (Corvera), El Bibio (Gijón), el San Miguel (Gijón), el San Eutiquio (Gijón) y la Sagrada Familia (Oviedo).

Con la Fundación Santa Olaya, tanto los siete centros como el Arzobispado de Oviedo buscan unificar criterios docentes y administrativos, así como ganar fuerza en las negociaciones con el la Consejería de Educación en un contexto de reducción de matrícula por la baja natalidad. Las reuniones para poner en marcha la entidad, una idea que surgió hace ya casi dos años en el seno de la Iglesia, se han sucedido durante los últimos meses, con la participación de todos los protagonistas.

Los contactos para llevar a cabo la fusión del San Nicolás y el Santo Tomás se han celebrado en paralelo a los que han tenido lugar para la constitución de la Fundación Santa Olaya, aunque todos forman parte de un mismo proceso para racionalizar el funcionamiento de los colegios diocesanos. Ambos centros concertados sufren desde hace tiempo, como la mayoría de los asturianos, problemas de matrícula debido al descenso de la natalidad. Y, por eso, dentro del plan para su unión, están recogidas estrategias pedagógicas y de otro tipo orientadas a atraer más alumnos. Además, ninguna de las actuales sedes de los dos colegios tendrá que cerrar. Es decir, el nuevo San Agustín contará con dos ubicaciones que estarán bajo la dirección de un mismo equipo. Tan sólo en el caso de que la matriculación sufra un brusco descenso, los alumnos del San Nicolás se trasladarán a Sabugo.

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