Los grupos municipales decidirán hoy el futuro de la marquesina de La Rocica: cambiarla de sitio o derribarla. Izquierda Unida anunció ayer que propondrá la conservación de la polémica visera y su traslado de la calle Monte Viso. "Fue una petición de una parte de la sociedad avilesina, en este caso del Club Popular Cultura de Llaranes, y la vamos a apoyar", aseguró ayer Llarina González, portavoz de la coalición en el Ayuntamiento.

El PSOE sabrá este mediodía la opinión del resto de partidos aunque, a la vista de las declaraciones que realizaron en los últimos días, la mayoría también es partidaria de mantener ese elemento arquitectónico. Llarina González aprovechó la ocasión para criticar "las formas" del gobierno que dirige Mariví Monteserín. "En la reunión de junio nos quisieron transmitir todo el miedo posible, diciendo que era imposible el traslado, que costaba mucho dinero, que la marquesina pesaba más de 80 toneladas y que íbamos a perder los fondos DUSI. Y nada más lejos de la realidad. Esto se tenía que haber gestionado de una forma diferente para no llegar a esta situación", aseveró González.

El informe realizado por una ingeniería avala la viabilidad de mover la marquesina a otra ubicación, aunque no garantiza al cien por ciento que la estructura no sufra desperfectos. El presupuesto estimado para esos trabajos es de 149.000 euros: 13.000 euros para la redacción del proyecto y en torno a 146.000 euros el traslado en sí. De salir adelante el traslado, el Ayuntamiento sacará a licitación la obra, lo que atrasará las obras en el entorno de la marquesina, donde se construirá una rotonda para mejorar el tráfico en la calle Santa Apolonia.

La decisión de derribar la marquesina y construir una glorieta la tomaron los vecinos que participaron, a principios del año pasado, en una consulta ciudadana sobre la reurbanización de Santa Apolonia. Desde ese momento, el Ayuntamiento adjudicó la obra con las condiciones marcadas en el resultado de la votación -que incluye la construcción de una réplica del elemento- pero una vez que comenzaron los trabajos, a mediados de mayo de este año, empezaron a surgir las voces que pedían el indulto para la marquesina por ser patrimonio histórico del barrio.

Los grupos municipales de la oposición, que hasta entonces no se habían pronunciado respecto a ese elemento, tomaron partido en junio por los vecinos que urgían la conservación y el PP, IU y Ganemos presentaron una moción para pedir la catalogación de la visera. El gobierno local consiguió frenarla prometiendo el encargo de informes técnicos que analizaran si se podía trasladar la marquesina de La Rocica a otro punto. Ahora toca decidir qué se hace finalmente con ella.