El alcalde de Gozón, Jorge Suárez, dejará a finales de mes su cargo de presidente de la Mancomunidad del Cabo Peñas, que pasará a ostentar su homóloga de Carreño, la también socialista Amelia Fernández. En el traspaso de poderes, Suárez tiene claro que el ente supramunicipal necesita cambios teniendo en cuenta que "padece una situación económica muy mala, peor que el Ayuntamiento de Gozón". Esos cambios pasan por analizar los servicios públicos que presta la entidad, estudiarlos y evaluar su efectividad y su coste económico, incluso cabe la posibilidad de mancomunar otros servicios.

"Lo primero que hay que pensar es si esos servicios son rentables para el ciudadano, y si es así se mantendrán", señala Jorge Suárez, sin aportar datos concretos. Esas medidas, continúa el Alcalde, "no afectarán a los trabajadores". "En el caso de que se prescinda de algún servicio, no habrá ningún riesgo para ningún trabajador, ya que por estatutos deberán ser asumidos por los ayuntamientos, y esa es mi voluntad", añade. Hace menos de un mes, el vocal delegado durante los últimos seis años y concejal de Izquierda Unida-Equo Gozón, César Fidalgo, dimitió de su puesto. Por el momento, nadie le ha relevado.

La Mancomunidad del Cabo Peñas tiene, al menos, pendiente de cubrir el puesto del servicio de normalización lingüística. Durante los dos años de presidencia de Suárez, esa plaza no fue cubierta y lo explica de esta forma: "No la cubrí por la misma razón que no cubrí la plaza de aparejador municipal de Gozón, ni la de administrativos que se jubilaron, y es que la situación económica no lo permite". No obstante aclara: "Eso no quiere decir, en absoluto, que cuestione ese servicio. Me gustaría que esa plaza del servicio de normalización estuviera a tiempo completo en Gozón, igual que me gustaría tener un aparejador".

Jorge Suárez plantea que a la hora de cubrir esas plazas hay que analizar las posibilidades de contratación y después atender a la situación económica. "No puedo ir cubriendo servicios en una administración local como la Mancomunidad como si no pasase nada. Lo mismo que me gustaría tener una archivera, una oficina de consumo e información juvenil a tiempo completo en Gozón... es más, es a lo que aspiro en un futuro", señala el Alcalde, que avanza además que "no tiene sentido, por ejemplo, mantener a dos administrativos mancomunados porque lo que se mancomunan son servicios".

La Mancomunidad del Cabo Peñas fue noticia recientemente por el riesgo de cierre de la piscina de Antromero, que gestiona, por una deuda de 38.000 euros que el organismo mantiene con la empresa encargada del mantenimiento de la instalación. La piscina de Antromero es el símbolo de unión de los municipios de Gozón y Carreño, que cristalizó en una Mancomunidad que ahora tiene el reto de superar las dificultades económicas y aclarar su futuro.