La Escuela de Cerámica inicia una nueva etapa. Esta pieza sobre la que se asienta la Factoría Cultural acaba de renovar, por jubilación, su plantilla de docentes. Ángel Domínguez-Gil y Jesús Castañón llevaban muchos años vinculados al centro y su marcha supone una renovación evidente. Anabel Barrio, la directora, asegura que la llegada de Lola Varela y Benjamín Menéndez supone la puesta en marcha de nuevas ideas y un entusiasmo renovado.

"Venimos muy ilusionados, con ánimos", aseguró Lola Varela. Tanto ella como Menéndez no son desconocidos en la Escuela de Cerámica, ya que hicieron sustituciones y cursos del Inem. Sin embargo, ahora la etapa es diferente porque son ellos quienes toman las riendas del proyecto. "Cada uno tiene un enfoque distinto, una forma de ver las cosas". Menéndez añadió: "Aportaremos a los alumnos otra visión complementaria a la que han tenido hasta ahora y nuevos diseños de programa".

Ambos impartirán formación a los alumnos de infantil y también en las clases de adultos de iniciación y perfeccionamiento. Además cada uno tiene una especialidad: Lola Varela se encargará del monográfico Forma y Superficie y Benjamín Menéndez de Cerámica contemporánea, concepto y estética. Barrio explicó: "Es un proyecto donde queremos trabajar profundamente los programas infantiles, para darles una importancia y un peso más amplio".

Las clases acaban de comenzar, pero la matrícula sigue abierta. De momento la cifra de inscripciones es muy similar a la de años anteriores, con más de medio centenar de adultos. En lo que se refiere a las actividades infantiles que por primera vez ha puesto en marcha la Factoría Cultural y que además de cerámica (ya habitual) incluyen otras como teatro, música, fotografía y pintura, han registrado una matrícula conjunta de 214 niños.

"Hemos preparado un programa común entre los dos profesores para la totalidad de los niños y un proyecto anual dividido en trimestres sobre una temática: la naturaleza, el medio rural, bosques, ríos? llevado hacia estéticas como el impresionismo, cubismo y la abstracción", explicó Benjamín Menéndez. Y añadió: "Creemos que hay que hacer esa labor con la cantera más joven, ya que en las escuelas desaparecen las didácticas artísticas, cada vez hay menos horas en ellos. Es importante que este tipo de centros municipales haga este refuerzo". En opinión de este profesor y artista, es "un lujo" que en Avilés exista una escuela municipal de cerámica con la trayectoria tan estable, y la Factoría Cultural. "Somos muy afortunados. Da la oportunidad a jóvenes y mayores de poder desarrollarse personalmente en estas disciplinas pictóricas y artísticas. Otras ciudades no tienen algo así".

Junto al trabajo con los niños, la Factoría Cultural se plantea poner en marcha actividades específicas para jóvenes. Serán, concretamente, talleres en la tarde de los viernes para personas de entre 16 y 21 años. "Y también queremos ampliar la actividad de conocer el barro a otro tipo de disciplinas para que los colegios tengan un abanico más amplio de actividades", explicó. Ambas iniciativas comenzarán a principios del próximo año 2018.

Los niños y jóvenes, además de aprender los fundamentos de las disciplinas artísticas correspondientes, tendrán la oportunidad de imbuirse en un entorno cultural, con espacios expositivos donde ellos mismos pueden intervenir. "Queremos invitar a la ciudadanía a que entre en la Factoría a ver lo que está sucediendo en esas salas múltiples", animó Benjamín Menéndez. Y añadió: "Que los niños y jóvenes puedan exponer potencia y destaca su trabajo".

Por último, y en lo que se refiere a la Factoría Cultural, la directora prepara con la artista María Castellanos unas exposiciones desde la ventana, con proyecciones nocturnas. También se pone en marcha el ciclo "Factoría Sound" y se comienza a trabajar con técnicas actuales, más tecnológicas, como la impresión 3D. "Hay que actualizarse. Desde la cerámica a las nuevas tecnologías, siempre hay propuestas que van a hacer crecer a la Factoría", concluyó.