"Os voy dar una primicia, el mural ya está acabado", les dijo Conchita Suárez a sus familiares, a los que también les invitó a una merienda para poder observar el gran "lienzo" que luce desde ayer en una fachada de la plaza de Los Oficios desde su piso, en la avenida Cervantes. La obra del cacereño Daniel Muñoz, "San", tiene fondo blanco y recrea viejas y nuevas escenas de Avilés. "Representa la ciudad", expresó María Jesús García, que junto a Suárez y Conchita Bode, improvisaron una tertulia a los pies de la obra que "cambia el aspecto de la entrada a la villa". Hay voces, como la de Christian Pérez, que critican que tenga demasiado texto. Aunque opina que "el arte es así, cada uno lo ve como le parece".

La obra incluye detalles de las casas de Versalles, -"del Tocóte o del Tocaráte", precisa una mujer-, recrea el arbolón que a día de hoy da nombre al barrio en el que está, y también se puede apreciar sobre una lámina el derrumbe del antiguo ambulatorio de Llano Ponte. También hay alusiones a la cerámica, la Curtidora -hoy convertida en un vivero de empresas-, a la emigración de los arijanos a Avilés para trabajar en Cristalería, así como un plano de la ciudad, junto a unas figuras de cerámica y un horno.

Y, en la parte izquierda, rezan varias frases: "Me gusta comprobar que aún hay chimeneas", "Queremos que esta sea una ciudad abierta, hospitalaria y acogedora y sobre todo libre de contaminación, una ciudad sin barreras, abiertas a las gentes de otras culturas y que sabe conservar lo propio y lo pone en valor". Más abajo, otra frase más se refiere a "un velero que proyecta su sombra hacia el barrio de Sabugo" y arriba del todo, un pequeño barco con un hombre subido en lo más alto.

"Ahora que acabó la obra del mural, voy a echar de menos al pintor", señala Conchita Suárez. A su lado, Conchita Bode confía en que el mural sirva como ejemplo para acondicionar "el resto de fachadas" de Avilés que estén en malas condiciones. María Jesús García apoya la moción y defiende que la villa de Avilés "tiene un patrimonio muy guapo que tiene que cuidar".

"Menos mal que pintaron algo en esta pared, daba pena que la entrada de Avilés estuviera así, ahora a ver lo que dura", concluyó Manuel Menéndez.