"La entrada de Avilés está mejorando mucho, cada vez más", señaló ayer el vecino del Arbolón Manuel Llera. Tiene los ojos clavados en el mural que durante estas dos últimas semanas ha compuesto el artista cacereño Daniel Muñoz, "San", en una fachada del número 50 de la calle Llano Ponte, la que da la plaza de los Oficios, y que divide a los vecinos. La alcaldesa, Mariví Monteserín, y el concejal de Promoción de Ciudad, Manuel Campa, "inauguraron" ayer el fruto del trabajo de Muñoz: un puzle con una pieza central (la antigua pescadería) y una serie de reproducciones hiperrealistas de Avilés (un edificio del Tocóte, la puerta de un lavadero, piezas cerámicas...). "He querido evitar la idea simbólica que uno tiene de Avilés sin antes conocerla", explicó el artista cacereño.

El trabajo artístico de "San" ya ha empezado a causar controversia entre los viandantes: desde los decepcionados ante la propuesta a los que aplauden la intervención. "Estoy encantado de que sea así", admitió. "Es lo propio del arte urbano", dijo. La decepción por lo que pudo haber sido y no fue no chocó, sin embargo, con el placer de los vecinos al cruzar el primer semáforo de la avenida Cervantes. "No tiene comparación con lo que había antes", aplaudió Llera. Julio Manuel Vicente, por su lado, ponderó el trabajo: "Es muy guapo, aunque esperaba otra cosa". La Alcaldesa explicó: "El conjunto genera una primera sensación intrincada que incita a buscar relaciones entre las ideas planteadas a través de las imágenes y los textos. De esta manera, se invita al público a formar parte de un proceso activo".

"San" diseñó su mural sumergiéndose quince días completos en la historia reciente de Avilés. Las piezas de su puzle se relacionan con la llegada de los arijanos a la ciudad, con la gran galerna de 1961, las casas del ensanche obrero hacia el sur... "La pieza mayor es la antigua pescadería porque contiene el puente de la Grapa, la que une dos partes de la ciudad. Las piezas cerámicas vienen de la Factoría Cultural. Las hicieron los niños que participaron allí en un campamento de verano. Están en el mural en un deseo de dignificar un arte tan popular: del barro, a la fachada. La idea final es evitar el camino trillado: el casco histórico, las chimeneas. Que el que baje desde el puente tenga, en un vistazo, otro Avilés distinto al que sale en las guías turísticas o la Wikipedia", explicó.

"San" fue el ganador de un concurso público convocado por el Ayuntamiento de Avilés. El proyecto total del trabajo fue de 40.000 euros. En este presupuesto están incluidos: la labor del artista, la adecuación de la fachada, los andamios. Junto a "San" trabajaron dos alumnas de la Escuela de Arte y el ayudante del cacereño.