Al secretario de la cofradía de pescadores de Avilés, Alejandro Álvarez, se le acumulan las denuncias derivadas de su modo de actuar. En los últimos días ha sido objeto de dos y en ambos casos por el mismo motivo: haber accedido ilícitamente a datos personales de socios de la cofradía, cometiendo presuntamente un delito tipificado en el artículo 197 del Código Penal y vulnerando derechos fundamentales de las personas afectadas. Esa es, al menos, la acusación que formula el abogado Manuel Barba, representante legal de los vecinos del barrio del Nodo a los que la Cofradía quiere subir la renta que pagan por las casas donde viven; en caso de no haber acuerdo sobre esa pretendida regularización de los alquileres, el cabildo pesquero ya ha advertido de que procederá a rescindir los contratos.
La primera de las denuncias entró en el Juzgado hace una semana. La promueve una viuda del Nodo, enferma y nonagenaria, y el motivo es que la Cofradía habría accedido sin su consentimiento a 19 facturas de agua para utilizar la información de las mismas en perjuicio de la mujer. En concreto, la Cofradía expone el bajo o nulo consumo de agua de la casa que tiene alquilada la viuda como prueba de que, realmente, no la habita.
Manuel Barba expresa su sorpresa por la utilización como prueba documental "de 19 facturas de agua a las que se ha accedido de forma ilícita, ya que la responsable del tratamiento de datos protegidos, la empresa Aguas de Avilés, no tiene autorización ni consentimiento de mi cliente para hacer esa cesión o comunicación de datos a un tercero. En mi opinión, además, este hecho vulnera derechos fundamentales y convierte en nula la prueba por haber sido obtenida con medios ilícitos".
Días después, otro socio de la Cofradía presentó una segunda denuncia, de nuevo contra el secretario de la misma. "La Cofradía, en su escrito de oposición al auto que resuelve conceder la práctica de diligencias preliminares solicitadas por un socio, aportó dos correos electrónicos en los que queda constancia de que el secretario, tras una conversación telefónica, recibe la confirmación de datos personales laborales protegidos del denunciante, sin que éste haya prestado consentimiento ni autorización a su empresa para cederlos a terceros. Entiendo que estamos en la misma situación que en la denuncia anterior y que se demuestra un determinado modus operandi del secretario en la obtención de forma ilegítima e ilícita de datos personales que luego utiliza contra los socios".
El abogado Manuel Barba asegura que analiza más casos en los que cabe la posibilidad de que Alejandro Álvarez ha usado métodos ilícitos para acceder a información de índole personal de los socios de la Cofradía. En este sentido, no descarta la presentación de más denuncias.
Estas denuncias se suman a la que instruye el juzgado de instrucción nº 7 de Avilés por falsificación de documentos privados, en las que figuran en calidad de investigados el actual secretario y el vicepatrón mayor de la Cofradía. "Se han aportado dos actas del cabildo en las que figuran dos personas que ya no formaban parte del mismo por haber dimitido y en una de ellas, además, constan dos firmas falsas", sostiene Barba.
