"Tenemos la sensación de que nos queda más por vivir que lo vivido"

- Los veinte años, ¿se han hecho cortos?

-Lo mires por donde lo mires, se han hecho muy cortos. Si nos ponemos nostálgicos y hacemos una comparativa con la propia vida, hemos visto que todo este tiempo ha pasado demasiado deprisa. Eso mismo sucede en nuestros veinte años musicales. Siendo pragmáticos, hemos de reconocer que han sido veinte años de aprendizaje continuo, de experiencias únicas y de privilegio absoluto. Los hemos vivido los tres hermanos juntos: ¿Qué puede haber más precioso que compartir tantos años de vida y trabajo de ensueño?

- ¿Este cumpleaños suyo será una fiesta para recordar siempre?

-Bueno, es una fecha que nos recuerda que llevamos dos décadas encima de los escenarios, pero, aunque suene un tanto demagógico, cada día somos más conscientes de lo que significa poder vivir un día más haciendo lo que más nos gusta y lo celebramos continuamente. Sinceramente, nos parece que fue ayer cuando empezamos con este sueño. A día de hoy, tenemos la sensación de que acabamos de empezar y de que es más lo que nos queda por vivir que lo vivido.

- ¿Qué canción les obliga el público a no quitar del repertorio?

-Hay canciones que, mayoritariamente, el público agradece: "La Lola", "La taberna del Buda", "Desde Brasil", "Tequila", "No tienes corazón", Nada de ná", "Robarle tiempo al tiempo", "Perdonarme"... Todas estas, obviamente, no podemos quitar del repertorio. Hay otras que tampoco podemos quitar porque, aunque sean menos populares, son muy apreciadas por nuestra gente: "En mis besos", "Las llaves de Raquel", "Cerrando bares", "El arte del teatro", "La Magdalena", "Cinco etras", "Solo te puedo decir" o los boleros...

- ¿Y cuál es la que ustedes no quieren quitar nunca?

-Aunque esté muy manido decirlo, cada canción es como un hijo y a todas les tienes un cariño especial porque cada una tiene un significado determinado. Nos resulta complicado cerrar el repertorio de los conciertos porque son muchos años de canciones y mucha cercanía a todas ellas. Por nosotros no quitaríamos prácticamente ninguna y haríamos un concierto de horas y horas, pero...

- ¿Qué ha sido lo mejor de esta vida suya dedicada a la música?

-Sin duda, haber tenido el privilegio de compartirlos con mis hermanos. No habría sido posible vivir tanto como hemos vivido, y tan precioso, si no hubiéramos tenido la suerte de estar juntos. La música nos ha dado mucho, casi todo, incluso mucho más de lo que esperábamos de ella. Por lo tanto, solo tenemos agradecimiento a lo que la vida nos ha regalado.

- ¿Y qué fue lo peor?

-No hay nada especialmente malo. Quizás pudiéramos decir que el hecho de estar continuamente en movimiento por el mundo "alante" nos quitó tiempo para disfrutar de el resto de la familia o amigos. Pero, ni eso, porque sabemos que ellos estaban orgullosos de todo lo que nos estaba y sigue pasando, y ese sacrificio nos compensaba de alguna manera a todos.

- Ya estuvieron en el Niemeyer. ¿Cuál es el mejor lugar para tocar?

-Guardamos un recuerdo muy bonito del Niemeyer. Igual que en esta ocasión, estuvo lleno de un público afectuoso, respetuoso y que nos hizo disfrutar muchísimo del concierto. Como siempre decimos, lo primero es poder disfrutar nosotros mismos sobre el escenario para, de esa manera, poder transmitirlo a quien tiene la deferencia de venir a vernos. Desde luego, el Niemeyer es uno de los mejores lugares en los que hemos tocado. Todo es excelente.

- ¿Boleros o rock o boleros y rock?

-Somos de boleros y de rock. Los dos estilos son parte de nosotros, aunque haya tanto antagonismo entre uno y otro. Con los boleros nos hicimos músicos y, haciéndonos músicos, también, disfrutábamos del rock como gente de nuestro tiempo. Sobre el escenario somos felices tocando un bolero o una canción rockera. Bien es cierto que cada estilo afecta de una manera al comportamiento del público que tenemos enfrente y a nosotros mismos.

- ¿Qué esperan de "Perdonarme"?

-"Perdonarme" está siendo un éxito y así lo refrenda el público. Lo que esperamos es lo mismo que esperamos de cualquier otra canción que dejamos en manos de quien la quiera escuchar.