"Es imprescindible que el cuidador de una persona con alzhéimer se cuide porque también sufre la enfermedad por la gran dependencia que tiene el enfermo", señaló ayer la neuropsicóloga Lucía García, en la jornada sobre el alzhéimer que se celebró en el centro Tomás y Valiente de Las Vegas, destinada a familiares y profesionales que tienen a su cargo personas con esta enfermedad. García explicó que aún le sorprende "la gran desinformación con la que tienen que luchar los familiares". "En el momento que se detecta el alzhéimer nos centramos en el enfermo y no hacemos aprecio a quién lo cuida. El cuidador necesita saber qué recursos tiene a su disposición, cómo afrontar los problemas del enfermo y su propio estrés y muchas cosas más", añadió.

La neuropsicóloga explicó a los presentes la importancia de hablar y desahogarse, aunque nunca delante de los enfermos, y dio consejos para afrontar los momentos de crisis del enfermo: "En caso de delirio, es imposible intentar razonar con ellos, lo ideal es seguirles un poco la corriente". También habló de los trámites: "Todo el mundo se preocupa de tramitar la dependencia pero también es importante la incapacidad, porque es una protección para ellos, en caso, por ejemplo, de que produzcan un accidente o realicen alguna operación bancaria sin darse cuenta".

Al margen de los cuidados, una de las cosas en las que quiere hacer hincapié Lucía García es en la detección precoz de la enfermedad: "Al más mínimo síntoma hay que acudir al médico. Es incurable, pero cuanto antes se detecte mejor funciona la medicina para frenarla". Olvidos completos de algún recuerdo, como olvidar un viaje como si nunca hubiese ocurrido; un cambio de hábitos evidente, como que saliera a caminar a diario y ya no quiera; o problemas al completar las frases son algunos de esos síntomas.