El PSOE de Avilés podrá sacar adelante las ordenanzas fiscales para el próximo año. La junta local del PP acordó ayer que el grupo municipal se abstenga en la votación sobre el impuesto de la contribución, que incluye una rebaja del tipo del IBI negociada entre los socialistas y Ciudadanos para aminorar el impacto de la revisión catastral. Así, el recibo de 2018 subirá, de media, en un 3,5 por ciento frente al 6,6 por ciento del inicio del debate. El PP decidió ese sentido del voto debido al "buen resultado" de sus negociaciones en otro de los impuestos: la plusvalía. En este caso votará a favor ya que "consiguió" que el tipo impositivo baje del 30 al 22 por ciento. También apoyará la congelación de las tasas y precios públicos.

Así las cosas, si solo votan a favor del IBI el PSOE y Ciudadanos, el PP se abstiene y el resto de partidos -Somos, IU y Ganemos- lo hace en contra, el voto de calidad de la Alcaldesa resolvería el empate.

Hoy se celebrará la comisión de Hacienda que dictaminará la propuesta fiscal. Y Somos presentará un voto particular en la plusvalía con una propuesta alternativa a la acordada por el PSOE y el PP a fin de evitar un "catastrazo". Frente a una reducción del tipo del 22 por ciento, la formación morada defenderá un tipo del 17 por ciento. "Es una propuesta de subida moderada. Con ella, la cuota media subiría un 5%", aseguró ayer Primitivo Abella, concejal de Somos. El edil arremetió contra el PSOE, el PP y Ciudadanos, a los que acusó de mentir: "No hay tal rebaja de impuestos".

"Insisten en que su acuerdo fiscal rebajará los impuestos en Avilés, pero el caso es que el Ayuntamiento recaudará mucho más. Reconocen que tanto el IBI como Plusvalías suben, pero hablan de rebaja. ¿Cómo consiguen el milagro? Fácil: en lugar de comparar 2017 con 2018, comparan 2018 con un hipotético 2018. En el caso de las plusvalías dicen 'si no hubiéramos pactado un 22 % entonces se aplicaría un 30%'. Comparan realidades con universos paralelos", reprochó Abella.

El concejal insistió en que su partido defiende la redistribución de la carga fiscal aportando progresividad en los impuestos. "En este caso, la ley permite ya poco margen y la subida que plantean los partidos del acuerdo afectará negativamente a la compra venta de viviendas y de locales para negocios en la ciudad", dijo el edil.