El sacerdote avilesino José Manuel Feito participó ayer en el ciclo de conferencias "Lutero: las dos orillas", una actividad que pretende ahondar en el origen de la ruptura entre católicos y protestantes. En su ponencia, que tuvo lugar en el hotel 40 Nudos y llevó por título "Dios es amor y nada más", Feito habló de su amistad con el ya fallecido Francisco Fernández, un pastor protestante. "Con Paco me di cuenta de que la importancia de Dios reside en la caridad, venga de donde venga", aseguró.

Aunque no es capaz de recordar la fecha exacta, el sacerdote recuerda una boda "allá por los años 90" entre una muchacha católica y un varón protestante. "Para evitar conflictos, Paco contactó conmigo y decidimos que él oficiaría la misa y yo predicaría", explicó el ponente. Fernández, que falleció hace unos tres meses, tenía "una pequeña casa camino de Candás". "Compartimos allí impresiones sobre la fe y la religión y llegamos a una misma conclusión: Dios está donde hay bondad, sobre todo en un mundo como el de ahora, donde no hay amor", sentenció.

Feito reconoció que no está de acuerdo con parte de las doctrinas luteranas. "Creo que eso de anteponer la fe a cualquier otra cosa es peligroso: en nombre de la fe se ha matado y torturado a mucha gente", comentó. No obstante, gracias a su amistad con Fernández, descubrió que "lo que une a los protestantes y los católicos es mucho más grande que lo que los separa".