La designación de Tomás Badiola como patrón mayor de la cofradía de pescadores "Virgen de las Mareas" de Avilés en sustitución del dimisionario Fidel Álvarez Garaot, conocida la tarde del martes, ha sacudido las bases de la entidad hasta el punto de provocar un auténtico terremoto de consecuencias inciertas. Ya sea por la falta de reputación y de ocupación en el sector pesquero de la persona elegida para ocupar el cargo, por el "oscurantismo" que según se denuncia rodeó el nombramiento o por el incumplimiento del precepto estatutario de la debida pertenencia de Badiola a la junta general de la Cofradía, lo cierto es que la noticia de la elección de nuevo patrón mayor ha sido un bombazo.

Por lo pronto, un grupo de socios de la Cofradía anunció ayer la inmediata adopción de medidas judiciales "para reponer la legalidad en la institución" y el abogado que representa a algunos de ellos, Manuel Barba, sopesa pedir una "intervención drástica" de la dirección general de Pesca del Principado "para acabar con el despropósito en que se ha convertido la cofradía de pescadores de Avilés y evitar su ruina".

Quienes apenas tomaron la palabra ayer fueron los directivos con mando en plaza dentro de la Cofradía. El flamante patrón mayor declinó hacer declaraciones a los medios de comunicación amparado en el hecho, según afirmó, de que es "una persona sencilla y discreta". Sólo el vicepresidente de la entidad en representación de los armadores, José Ignacio Santiago, defendió y razonó la designación de Badiola: "Tiene una trayectoria importante dentro del sector de la pesca, es hijo y hermano de importantes armadores, como él mismo. Además, en su elección se ha valorado que se trata de una persona dialogante, una cualidad muy necesaria para tratar de reconducir la tensión existente con los vecinos del barrio del Nodo". Según remarcó Santiago, en el nombramiento de Badiola se han cumplido todos los preceptos legales y estatutarios: "Las cosas están bien hechas".

Prácticamente un desconocido en la rula y en los muelles pesqueros avilesinos, Tomás Badiola trabaja como administrativo en la oficina de la Cofradía, pero no se le conoce barco en propiedad, ni es miembro del cabildo ni tampoco de la junta general de la entidad. En medios pesqueros locales consultados ayer por este diario vertieron opiniones muy duras sobre su "sorprendente" nombramiento: "La gente del sector no se siente representada por este señor", "es una marioneta al servicio de los intereses de quien no da la cara nunca (por el armador José Ignacio Santiago)" y otras del mismo tenor.

El abogado Manuel Barba, que defiende los intereses de una treintena de vecinos del barrio del Nodo amenazados de desahucio -y que a la sazón son socios de la Cofradía-, dijo estar "atónito" por el "cúmulo de ilegalidades" que ha envuelto el nombramiento de Tomás Badiola como patrón mayor. "Según el artículo 25 de los estatutos de la Cofradía, el patrón ha de ser vocal, bien de la junta general de trabajadores o bien de la de empresarios. Evidentemente, ha de ser socio. Y nada de eso se cumple. Es algo insólito y esperpéntico; es como si hubieran nombrado patrón mayor a un señor que pasaba por la calle", critica Barba.

El letrado añade que, además, "todo lo referido al nombramiento ha sido orquestado por un cabildo donde al menos cinco miembros no cumplen los requisitos para ser miembros del mismo". A la vista del "sinsentido", la única explicación plausible que encuentra Barba al nombramiento de Badiola es que "se trata de un mirlo blanco, un hombre puesto ahí a dedo para tratar de evitar que todo explote por los aires".

El abogado de los socios que llevan meses enfrentados a la dirección de la Cofradía por la controvertida gestión de las casas del Poblado de Pescadores parafrasea lo ocurrido en Cataluña y pide la inmediata aplicación "del artículo 155", que en este caso equivale a pedir a la dirección general de Pesca del Principado "la intervención de la Cofradía de Avilés, el nombramiento de una gestora y la convocatoria de elecciones anticipadas".