La sanidad asturiana ha adquirido cuatro nuevos mamógrafos que se instalarán en los próximos días y que están compuestos por una nueva tecnología que permitirá detectar hasta un 40 por ciento más de cánceres según los expertos. Tres de estos aparatos se pondrán en Gijón, Jarrio y Langreo. El cuarto está ya funcionando en el San Agustín. De hecho, las veinte mamografías programadas para hoy en este centro médico utilizarán la moderna máquina.

El nuevo mamógrafo realiza fotografías en tres dimensiones de forma digital y automática, permite juntar todas las instantáneas en un solo plano de visión y lleva incorporado una estereotaxia, un aparato de intervención que realiza, de forma poco invasiva, punciones de gran precisión. "Tenemos la mejor máquina del mercado, si te vas a Houston no vas a encontrar un aparato mejor que éste. Es un lujo", aseguran los radiólogos del centro.

El antiguo mamógrafo del hospital era analógico y extraía imágenes en dos dimensiones. Por ello, los radiólogos tildan esta nueva adquisición del hospital como "un avance triple". "Pasar de lo análogo a lo digital era imprescindible porque ahora, en cuanto hacemos la prueba, los resultados nos aparecen ya en pantalla, no tenemos que procesar nada", explica el radiólogo Ramón Delgado.

La nueva máquina, además, funciona mediante lo denominado tomosíntesis, es decir, en tres dimensiones. "Los aparatos tradicionales te dan un resultado plano, la mama se aplastaba y se extraía una única imagen. Eso hacía que en el resultado los tejidos y las lesiones saliesen superpuestos, por lo que era más fácil pasarse algo por alto", apunta Belén Susín, radióloga. De esta forma, la parte superior de la máquina es móvil y, durante el análisis, hace una rotación de 15 grados para extraer un barrido de imágenes, cuyo número dependerá del tamaño de la mama a analizar. "Pueden ser entre 25 y 90 imágenes. En cualquier caso, con esta máquina lo vemos todo, vemos la mama completa desde distintos ángulos", resume Delgado.

Con este mecanismo, los radiólogos aseguran que se podrán detectar hasta un 40% más de casos de cáncer y reducir en otro 40% la necesidad de realizar pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico. "Lo normal era que en la mamografía no viésemos claro el resultado, así que la paciente tenía que someterse a una ecografía o una biopsia, que es más invasivo", explica Delgado. Este mamógrafo, además, viene con un software incorporado que permite superponer las imágenes del resultado en tres dimensiones y para crear, digitalmente, uno en dos dimensiones. "Lo normal es hacerte las dos pruebas por separado, pero con esta máquina basta hacer solo una, lo que disminuye la dosis de radiación", explica Susín.

Los resultados aparecen en unos cuatro segundos y la dosis de radiación es "muy baja". "La exposición es prácticamente la misma con esta máquina, que hace decenas de imágenes, que con la anterior, que solo sacaba una", asegura Delgado.

La denominada estereotaxia viene también incorporada al mamógrafo. "Es un aparato intervencionista, nos sirve para pinchar lesiones concretas, pero también para muchos otros procedimientos. Le vamos a dar mucho uso", sentencia Delgado.

El mamógrafo se estrenará hoy con 20 pacientes. La especialista confía en que las cifras anuales de mamografías suban este año. "El año pasado hicimos unas 3.300, pero ahora la prueba se va a agilizar muchísimo. Lo que necesitamos, ahora, son más radiólogos", afirma.