Avilés también está ligado a la historia de la mina de Arnao, la primera explotación de carbón que existió en España. El historiador Iván Muñiz desveló ayer durante la presentación de su libro "La piedra negra" en el Museo de la Historia la existencia de un documento con el que el rey Felipe II encargó en 1593 a la villa de Avilés que se responsabilizara administrativamente de la mina. Esto es, que vigilara tanto la buena gestión de esa explotación y como los beneficios reales (el dinero que se tenía que dar a la Corona).

"A la vez que se envía la licencia a Fray Agustín Montero para que pueda explotar la mina, se envía a Avilés, en calidad de Justicia, una notificación para hacerse responsable de su administración ya que de la villa dependían los concejos del entorno. Así que Castrillón aparece como la cuna de la mina de carbón y Avilés forma parte de esos inicios como primera administradora del complejo minero", explicó Muñiz.

El historiador, en "La piedra negra" cuenta cómo empezó todo el periplo de la mina de Arnao e identifica a sus protagonistas. "En aquella época se devanaban los sesos sobre qué hacer con esa piedra negra porque se desconocía", apuntó. Muñiz explicó que de la historia de la mina de Arnao se conocía mucho a partir de 1833, con la llegada de la Real Compañía de Minas. "De antes, había muchos interrogantes y por eso fue tan interesante adentrarse en el Archivo de Simancas, donde están los legajos de la historia de la mina y así conseguir seguir la huella de Fray Agustín Montero. Fue como una road movie, porque Montero se movió mucho", detalló. El fraile llegó desde Valladolid a Cabrales, donde había una mina, y de ahí, a Arnao. "Fray Agustín tuvo un proyecto visionario en Castrillón; se adelanta dos siglos en la forma de explotar el entorno", destacó.