La empresa Talleres Daniel Alonso (Tadarsa) ha alquilado a Arcelor una nave de 11.000 metros cuadrados en la que pretende expandir el negocio de calderería y construcciones metálicas de grandes piezas de acero con destino al mercado de la energía eólica. La nave pertenece a los antiguos hornos de fosa de Ensidesa, en los que Tadarsa ya desarrolla parte de su actividad desde hace, al menos, un par de años.
Los antiguos hornos de fosa se encuentran en la linde del parque empresarial Principado de Asturias (PEPA). La gran metalúrgica abandonó aquellas naves hace décadas. El desarrollo del mercado eólico ha dado nueva vida a una superficie construida -aunque sin actividad- superior a 200.000 metros cuadrados. Lo que ha hecho ahora Tadarsa ha sido arrendar la nave que cierra transversalmente los antiguos hornos de fosa, la nave que corre paralela a un bosque de chimeneas históricas que hace tiempo que no humean.
La empresa del grupo Daniel Alonso ha solicitado al Ayuntamiento de Avilés la licencia de actividad. Prevé invertir al menos 236.000 euros en su desarrollo. La nave cuenta con dos plantas: la baja tiene más de 9.300 metros cuadrados y la primera, 1.500 metros.
La ampliación de Tadarsa, sin embargo, no se va a quedar aquí. Los propietarios de la compañía manifestaron su interés en desarrollar su negocio en los edificios preexistentes que la compañía Ensidesa (antecedente de Arcelor) abandonó en los años ochenta para trasladar su actividad a la fábrica de Avilés.
El sector eólico asturiano es ya una nueva punta de lanza de la industria asturiana, que acumula un crecimiento del 64 por ciento en apenas un año. El volumen de exportaciones se incrementó un 29 por ciento entre enero y comienzos de este pasado verano.
