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Los dulces 110 años de la "güela asturiana"

Telva Fernández, la mujer más longeva de la región, celebra su cumpleaños "cansadina", con una gran tarta y la admiración de su familia: "¡Lo que ha vivido esta mujer!"

El dulce especial elaborado para la ocasión por el repostero avilesino.

Telva Fernández, la "güela de Asturias", celebró ayer de tarde 110 años en la residencia donde vive desde que "una mala bronquitis" la dejó debilitada. No la levantaron de la cama: "Está cansadina", contó Ana Gutiérrez, una de sus sobrinas nietas. La familia encargó una gran tarta porque su familia es larga. Y a instancias de LA NUEVA ESPAÑA, el pastelero avilesino Miguel Sierra preparó a la cumpleañera un dulce especial de chocolate negro, con relleno de mousse y láminas de mantecado de Avilés. "Es un honor participar en una celebración como esta", admitió emocionado el repostero. Y es que la abuela de Asturias sigue siendo una llambiona.

Telva Fernández nació en el barrio del Forcón, en Miranda, en 1907. El pastel de Sierra evoca, precisamente, los alfares mirandinos de los que salían piezas de cerámica negra... como el chocolate. "¡Qué bonito, madrina!", exclamó Ana Gutiérrez cogiendo de las manos a la mujer de mayor edad de Asturias. "Cuando tenía 105 años aún iba caminando desde el centro de Avilés, donde vivía, hasta La Carriona", recuerda con admiración Ramón Gutiérrez, uno de los tres sobrinos de la centenaria.

"Esto de llegar tan lejos es nuevo en la familia. Su madre murió con 65 años", cuenta la ahijada. "Ella dice que ha cumplido tantos años porque no se juntó con hombres", bromea Gutiérrez. Y es que Telva Fernández decidió no casarse tras perder al novio en la guerra civil. Al padre de Telva Fernández también lo perdió hace 80 años. Lo fusilaron en el cementerio de Ceares, en Gijón. "Una de las mayores alegrías que tuvo fue leer el nombre de su padre en el monumento de la fosa. Le solía llevar una rosa. Una vez, tropezó allí con unas cadenas, cayó, vino hasta Avilés y sólo entonces llamó al médico. No quería molestarnos: se había roto la pierna", relata.

A la fiesta llega otra sobrina nieta -Isabel García- y una amiga de la familia, María Jesús Felipe. Es de Miranda, donde nació Telva cuando el mundo era tan distinto que había zares en Rusia y sultanes en Estambul. Telva dejó Asturias cuando murió su madre. Se fue a trabajar a Madrid de ama de llaves y allí pasó veinte años. "¡Lo que ha vivido!", exclama su sobrino, que tiene 83 años.

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